Capítulo sexto: Seducción Avanzada


Segundas citas

La diferencia entre alguien que desconoce la seducción y un seductor es que este va mucho más allá de un primer encuentro con una mujer. No sólo la seduce para conseguir besarla, sino que planea una segunda cita para conocerla en profundidad y tener sexo con ella. Incluso para establecer una relación de pareja si así lo desea. Desde mi experiencia, puedo asegurarte que la segunda cita es en el momento en el que realmente te la juegas. Lo que has conseguido hasta ahora ha sido una toma de contacto. En la segunda cita, debes demostrar que no ha sido suerte, sino saber hacer.

Seguramente, si eres de los que ha ligado alguna vez por su cuenta y la chica ha accedido a quedar contigo en una segunda cita para conoceros mejor, las cosas no han salido como esperabas. Por la noche, cuando la conociste, las cosas parecían más sencillas y el ambiente acompañaba. Pero ahora, a plena luz del día, después de varios días sin veros, parecéis dos completos desconocidos, y eso te hace sentir muy incómodo. 

Aparecerán de nuevo todos los miedos que habías conseguido salvar y será un completo desastre de cita. Por desgracia para ti, esto podría haberse evitado, si hubieses sabido cómo manejar correctamente una segunda cita. No te preocupes: estoy aquí para ayudarte y enseñarte a sacar adelante una segunda cita, y convertirla en un nuevo éxito. Estas son las cosas que debes tener en cuenta:

1. No seas puntual. Llegar a la hora es como decir: «Hola, ¡soy un buen chico!», y ya sabes que los chicos buenos no son atractivos para las mujeres. Llegar unos minutos más tarde de la hora prevista hará que ella sienta una ligera ansiedad y se pregunte si la habrás dejado allí plantada. Cuando te vea aparecer, será un gran alivio para ella, recibiéndote con una actitud que te beneficia.

2. Aprende a saludar. El momento más crítico de una cita, y que marca su desarrollo, es el saludo, sobre todo si ha pasado cierto tiempo desde la última vez que os visteis. Si en esa ocasión la besaste o simplemente intercambiasteis teléfonos, no importa. No intentes besarla en la boca nada más llegar, porque es posible que aparte la cara y te ofrezca la mejilla, para que le des dos besos, algo que te hará sentir incómodo y echará a perder la cita. Será como si te hubiese rechazado. Yo prefiero siempre dar dos besos en la mejilla en el primer encuentro, actuando así de forma neutral y evitando una posible situación incómoda para ella, porque ya sé que la besaré más adelante, cuando llegue el momento de hacerlo.

3. Rompe la tensión inicial. Le has dado dos besos en la mejilla, pero quizás aún no se sienta del todo cómoda. Podría decirse que la segunda cita es casi como volver a empezar desde cero. El objetivo principal es reenganchar con el estado que alcanzasteis cuando te despediste de ella la última vez. Puedes conseguirlo gastándole alguna broma para romper el hielo. Por ejemplo, diciéndole: «Oye, te veo más alta. ¿Has crecido?». Si lo dices con humor ella sonreirá y habrás conseguido romper ese breve momento de tensión inicial. Ahora es cuando podríamos decir que empieza realmente la cita. Lo habitual entre los hombres que desconocen la seducción es fallar en alguno de estos tres primeros pasos, llegando antes de tiempo, intentando darle un beso en la boca o no sabiendo cómo romper la tensión inicial.

4. Lidera la cita. Es muy típico que en las segunda citas, cuando la chica te dice: «Bueno, ¿y qué hacemos ahora?», le des la peor respuesta posible: «No sé, lo que a ti te apetezca». Con esto le estás pasando a la chica la responsabilidad que te corresponde, la de guiar la cita con decisión. Lo que tienes que hacer en este caso es seguir mostrándote como un líder, decidiendo qué hacer a continuación. Para esto lo mejor es haber preparado un plan antes de la cita sobre posibles lugares a los que llevarla. Localiza los lugares más interesantes de la zona donde os habéis citado, etc. Además, decidir a dónde ir te hará llevar el rumbo de la cita, algo que te beneficia enormemente si quieres seguir resultándole atractivo.

5. Evita el cine. Si el cine es el lugar habitual donde llevas a tus citas para tratar de intimar con ellas, te digo desde ya  que estás equivocándote por completo. El cine es un espacio muy limitado, donde no podrás crear fácilmente una conexión con ella. Y no sólo eso, sino que es un plan que está demasiado visto. El objetivo de esta cita es sorprenderla. Ya iréis al cine más adelante, en futuras citas, pero de momento no la lleves al cine. Busca planes alternativos más interesantes, lugares donde puedas hablar con comodidad. Evita un sitio como el cine, donde tendréis que estar mucho tiempo callados.

6. Pasead juntos. Lo ideal en esta cita es pasear con ella, un paseo de no menos de quince minutos. El objetivo es volver a generar conexión entre vosotros, y ahora sí podrás hacerle todas las preguntas que no le hiciste en vuestro primer encuentro. Así tendrás ocasión de conocerla más en profundidad. Por otra parte, cuantas menos cosas sepa ella sobre ti mucho mejor, para poder seguir generando misterio y resultarle más atractivo.

7. Fin del paseo y beso. Al cabo de un rato de paseo, además de volver a crear un vínculo entre los dos para transportarla de nuevo al primer momento en que estuvisteis juntos, ella se sentirá algo cansada. Será la excusa perfecta para proponerle ir a tomar un helado de chocolate juntos. El chocolate tiene una serie de propiedades que nos hacen sentir muy bien. Es un alimento asociado a estímulos agradables y positivos, con lo que conseguirás de forma inconsciente que se sienta en un estado muy agradable, que te facilitará volver a besarla. Si logras llegar al punto de intimidad necesario para besarla, habrás conseguido una cita perfecta y seguramente sea la primera de muchas.

Diario 31

Vamos a salir de casa para aprender a seducir. No te puedes quedar sentado en el sofá echando unas partidas a la consola o viendo la televisión, así no vas a convertirte en seductor nunca. ¿Que no sabes qué hacer? Eso ya no es un problema. Se acabaron las excusas para quedarte en casa. Te seguiré enseñándote ejercicios para que practiques en solitario o con tus amigos y así mejores tus habilidades sociales, ya que, al fin y al cabo, eso es un seductor: un experto en interacciones sociales. El seductor las dirige, no se deja dirigir por ellas. La diferencia es abismal. ¿No se te ha ocurrido nunca pensar que hablabas con una chica y no tenías la certeza de que te estuviera escuchando realmente o sólo te estuviera oyendo?

Hay una gran diferencia entre escuchar y oír. Escuchar es poner interés en lo que te cuenta la otra persona. Si una chica te escucha es un indicador de interés. Pero si una persona habla y la otra sólo oye, lo que sucede es que ni le va ni le viene lo que está oyendo. Si una chica sólo te oye, no está mostrando interés hacia ti. Por lo tanto, es algo malo. Que una chica te escuche significa que ha entrado en tu juego, y que reaccionará según las cosas que digas. Si haces PNL y en una conversación introduces palabras como sentimiento, pasión, amor, sensible, sentir, apreciar, intenso, y otras similares, ella pensará de forma inconsciente: «Este chico no es como los demás. Tiene una forma de expresarse que me hace sentir diferente».  Esto es PNL aplicada a la seducción. Sin embargo, dile: «Hola. Un chico (te señalas) que conocerás hoy te gustará (te señalas de nuevo) y te hará sentir muy especial». Algo así no se lo va a creer ninguna mujer.

Ellas no quieren frikis; quieren creer que realmente eres especial y que ha surgido algo bonito entre vosotros. Por eso tienes que utilizar ciertas palabras de forma natural en una conversación. Por ejemplo: «Hoy mientras nadaba he sentido una sensación diferente. No sé qué me ha pasado, pero estaba supersensible a todo. Quizás es que esta época del año, en la que hay tanto amor entre la gente, me apasiona todo lo que hago». Esto ya es otra cosa diferente. Espero que veas la diferencia entre intentar «manipular» y transmitir algo especial. Como en la segunda frase, el objetivo es ser natural, no forzar situaciones con las que no nos sentimos a gusto. 

Practica primero este tipo de PNL con tus amigas para ver qué tal funciona y pregúntales cómo se sienten después de hablar contigo. «Hoy llevo un día de mierda en el trabajo, estoy cansadísimo y súper cabreado con la gente que me rodea. Esta época del año es lo peor, todo lo que hago me sale mal». Este es un ejemplo de lo que no deberías hacer, porque harás que la chica se sienta mal. Y ¿por qué pasa todo esto? Es más sencillo de lo que piensas. Cuando alguien te dice por ejemplo la palabra «casa», en tu mente generas la imagen de una casa. Si te digo «perro», en tu mente generas la imagen de un perro. ¿Qué sucede si a una chica le digo en una frase muchas palabras emotivas, como sentido, amor, emoción, sensibilidad, pasión, esperanza, cariño? Que ella, mientras habláis, estará visualizando esos significados en su mente sin ser consciente de que lo hace. Y nos da sensación de bienestar. 

En consecuencia, se sentirá genial cuando hable contigo. En su mente asociará la idea de hablar contigo con sentirse a gusto. Ahora bien, si lo que le decimos está lleno de palabras como malo, disgusto, peor, cansado, horrible, cabreado, triste… Lo que ella forma en su mente serán imágenes muy negativas. Por lo tanto pasará a asociar que hablar contigo es lo mismo que sentirse mal, y te evitará por todos los medios.

Relaciones múltiples

Cuando tu éxito con las mujeres aumente y empieces a convertirte en un auténtico seductor, te encontrarás con una nueva situación: disponer de varias mujeres a tu alcance, con las que podrás ir quedando cuando te apetezca. Es lo que los seductores conocemos como una relación múltiple, cuando estás saliendo con varias mujeres al mismo tiempo. No es algo sencillo, requiere mucha destreza para poder gestionar todas tus citas y no volverte loco en el intento. Hazte esta pregunta a ti mismo: «¿Conoces a algún hombre capaz de tener dos o más relaciones de pareja a la vez durante un largo periodo de tiempo sin tener que mentir?». Yo, a día de hoy, todavía no le he encontrado, y ello se debe a tres factores:

1. Pérdida del atractivo. No debería sorprenderte saber que las mujeres se sienten atraídas sexualmente por hombres líderes, con un amplio círculo social, capaces de relacionarse fácilmente con desconocidos, muy activos e independientes. Cuando una mujer es seducida por un hombre con estas características, de forma inconsciente intentará convertirlo en todo lo contrario, para tener una relación estable con él. Intentarán transformar a un ligón en un calzonazos. Y esto, paradójicamente, les llevará a perder el interés de ese hombre al que han «quemado» y abrirán de nuevo sus puertas a ese tipo de hombre líder que en un principio las conquistó.

2. Conformismo. Un seductor experto está acostumbrado a rodearse de mujeres, a estar un día con una y otro con otra. Sin embargo, los hombres que se inician en la seducción suelen caer en la trampa del conformismo cuando alcanzan sus primeros éxitos. A la primera oportunidad que se les presenta, se rinden a los brazos de cualquier mujer que les haga un poco más de caso que las demás. Entonces dejan su formación a medias, para crear una pareja que posiblemente termine rota en pocas semanas, cuando la chica se cruce con un hombre que es el premio.

3. No establecimiento de límites. Aunque no sea algo implícito, cualquier relación, desde su comienzo, es pactada. No se basa en un «me gustas y te gusto y vamos a querernos». Es mucho más que todo eso. Una relación de pareja es un «¿hasta dónde estoy dispuesto a ceder y sacrificar por la otra persona?». Si aceptas mantener una relación con una mujer al precio que sea, acabarás quedando ante ella en unas condiciones muy pobres, y terminará exigiéndote más de lo que puedes dar. Lo mejor que puedes hacer para evitar esto es no empezar una relación que no hayas elegido plenamente convencido, lo que te permitirá disfrutar de relaciones más abiertas durante los primeros momentos. No obstante, debes saber que esto no dura demasiado, y ella intentará darle la vuelta a la relación poco a poco, exigiéndote que pongas más de tu parte.

Los hombres que caen en alguno de los tres puntos anteriores son los que se excusan ante sí mismos diciendo: «Es que quiero que la relación avance», sin darse cuenta de que las relaciones no avanzan, aunque esté establecida socialmente la creencia de que las relaciones tienen que avanzar formalizándose. Una vez que domines los tres puntos anteriores, debes tener en cuenta una serie de factores determinantes para desmarcarte de los convencionalismos y poder mantener varias relaciones múltiples con éxito:

1. Establece tus límites desde el principio. No tengas miedo a echar a perder la relación. Más vale una buena relación múltiple que una cárcel con vistas al mar.

2. Que la fama te preceda. La chica tiene que saber que te gustan mucho las mujeres, que estás acostumbrado a rodearte de ellas. No obstante, procura que a la vez ella se sienta especial.

3. Dale lo que te gustaría recibir. No actúes como hacen ellas. Lo ideal sería que a la hora de establecer tus límites le dieras también libertad. Así tendrá una motivación adicional para seguir este tipo de relación.

4. Sexo frente a sentimientos. Principalmente las relaciones múltiples se basan en relaciones sexuales con diferentes mujeres sin compromiso. Una relación sentimental es incompatible, ya que las mujeres son más posesivas cuando aparecen los sentimientos, mientras que nosotros lo somos más frente a la sexualidad.

5. Asume lo inevitable. Debes asumir que con el paso del tiempo la relación puede decaer, ya sea en el plano sexual o por cualquier otro motivo que se escape a tu control, y debes afrontar con humildad que cuando esto suceda ella empezará a buscar a otro hombre que le resulte atractivo.Las relaciones múltiples duraderas son muy complicadas. A diferencia de una relación estable, las relaciones múltiples tienen fecha de caducidad, porque la mujer no se encuentra del todo a gusto en ese rol. El mejor consejo que puedo darte es que intentes disfrutarlas al máximo el tiempo que duren, sin darles mayor importancia de la que tiene cuando terminen.

6. Que conozcan tus relaciones. Ellas tienen que saber que tienes relaciones con otras mujeres, pero no es necesario que conozcan los detalles. A ti tampoco te gustaría saber qué es lo que hace ella con otro hombre. Los hombres que no dominan la seducción pueden caer fácilmente en el engaño durante sus primeras relaciones múltiples.

Lo que te estoy planteando es simplemente la posibilidad de mantener relaciones múltiples basadas en el sexo, pero sin engaños y con respeto hacia la mujer en todo momento, con un consentimiento consensuado por ambas partes. Un tipo de relación en el que nadie salga perjudicado por lo que el otro pueda hacer a escondidas. La relación múltiple ideal es la que se produce cuando se disfruta de las mujeres sin hacerles daño, sin necesidad de ataduras para conseguir el placer físico. Con este consejo concluyo con las relaciones múltiples y las segundas citas para pasar a ejercicios que podrás poner en práctica con mujeres en tu aprendizaje de la seducción.

2 comentarios:

  1. ¡Cuánto estoy aprendiendo sobre seducción! Enhorabuena otra vez, David.

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  2. Y pensar que gracias a David tuve mis primeros agarres , gracias amigo , ya estoy ahorrando unos dolares para comprar el combo.

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