Primeras páginas de Secretos de un seductor

Diario 1

Que esa noche no íbamos a participar en la cena de gala del Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona era ya un hecho consumado, pero al menos pudimos pasamos por los alrededores y disfrutar brevemente de los nervios previos a la entrega de premios, y fue la suerte y la casualidad, la que nos llevo a mi amigo Bruno y a mi a un sitio exclusivo reservado para las actrices y actores del festival.

Una par de horas antes, estábamos dando vueltas viendo shows en la carpa donde se realizaba el festival cada año, en La Farga de L´Hospitalet de Llobregat, donde Bruno se encontró con una chica que trabajaba como stripper en el stand de la productora Negro & Azul, era una rubia espectacular de las que solo ves en las revistas, y que me intimidaba con solo mirarla. Ella al ver a Bruno le abrazó efusivamente, al parecer eran amigos, se habían conocido en Valencia hacia tan solo unos meses, su nombre artístico era Shamara. Yo aluciné en colores cuando nos invito a pasar al stand para poder hablar más tranquilamente, sin el aluvión de hombres que se acercaban constantemente para intentar hacerse una foto con ella. El portero cachas nos dejo pasar, y nos sentamos en la parte de atrás del escenario, donde había varias mesas y sillas con botellas de agua vacías y bolsas de comida, el backstage donde se relajaban las actrices y strippers entre espectáculos.

Nos sentamos y mientras hablaban, yo no podía salir de mi asombro, con la mirada recorriendo su definido cuerpo. Era todo muy extraño, ella estaba en ropa interior y se comportaba como si fuese la cosa mas normal del mundo, mientras que para mi no era nada habitual estar sentado en una mesa con una stripper casi desnuda. La naturalidad de todo lo que allí sucedía me llamaba muchísimo la atención, y Shamara parecía realmente cómoda en todo momento. Cualquier situación atípica que se salía un poco de lo normal, solía ponerme bastante nervioso, y esta era una de ellas. Mientras hablaban, se acerco a nosotros un hombre sonriente de unos cuarenta años, con perilla recortada, flequillo por encima de los ojos y jugando con un micrófono en la mano, saludo a Shamara con un beso en la boca, yo seguía alucinando con todo lo que estaba sucediendo y el derroche de confianza que mostraban hacia los desconocidos.

Shamara lo presento como Pablo Fross, un director madrileño que había trabajo durante varios años para Canal + visualizando películas para adultos, decidiendo cuales eran aptas para emitirse y cuales no. Se sentó junto a nosotros en la mesa, y al coincidir que los dos eran directores y madrileños, Bruno y Pablo comenzaron a charlar, mientras que Shamara y yo les observábamos atentos a la conversación. La tenia justo a mi lado, era el momento idóneo para empezar a hablar con ella, de lo que fuese, pero tenía un nudo en la garganta, me sentía realmente intimidado por su belleza, y estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para hablar hasta que conseguí balbucear.

- Ehmmm… ¿Y haces muchos shows aquí? – dije yo.
- Sí, varios al día normalmente.
- ¡Ah!, si esta muy bien… ¿Y te gusta trabajar de stripper?
- Pues la verdad es que sí, llevo ya tiempo haciéndolos – respondió Shamara sin mucho interés, más pendiente de la conversación de Bruno y Pablo que de mí.
- Ya… - y no supe que decir a continuación, lo cierto es que aunque me respondía tampoco me daba mucha opción a seguir hablando. Ella también se quedo callada hasta que me sentí muy incómodo y tuve que romper el silencio de alguna manera antes de empezar a sudar ante aquella complicada situación.
- ¿De que os conocéis Bruno y tú? – pregunte atropelladamente.
- Nos conocimos hace ya tiempo, él me busco trabajo en Valencia cuando empecé en esto… ¿y vosotros dos de que os conocéis? - Al fin me hacia una pregunta cuando pensaba que la conversación se acabaría de nuevo en ese momento.
- Yo soy su operador de cámara, le ayudo con algunos rodajes en Madrid, y me ha invitado al FICEB para conocer un poco todo esto.
- Genial, ¿Y que te parece el festival? ¿Te gusta?
Justo cuando iba a responder Pablo nos interrumpió, cortando la conversación que al fin estaba empezando a tener, y le dijo a Shamara que en dos minutos comenzaba su show. 

Subió al escenario con mucho desparpajo para avisarlo por el micrófono, y que el público se fuese acercando al stand poco a poco. Después de eso volví a ser invisible para Shamara, y ya no volvimos a hablar nunca más. Antes de comenzar el show nos despedimos de ellos y fuimos hacia la salida, empezaba a hacerse tarde y la gente ya se estaba marchando a casa, faltaba muy poco para la cena de gala, y apenas se veían ya a los actores y actrices que debían de estar arreglándose en el hotel, preparándose para la cena y la entrega de premios. A la salida nos encontramos con Whilly Foc, un actor catalán amigo de Bruno con el que habíamos estado veraneando den Benidorm ese año, dispuesto a subirse al autobús que llevaría a los actores y actrices a la cena, intercambiamos saludos y le deseamos mucha suerte porque que estaba nominado como mejor actor revelación del 2007.

A punto de subirnos al coche para ir a cenar por nuestra cuenta, el móvil de Bruno comenzó a sonar, cuando vimos en la pantalla el nombre de Shamara nos miramos el uno al otro extrañados, ¿Nos habríamos dejado algo olvidado en el stand? Parecía que no porque llevábamos todo, Bruno cogió la llamada.

- Dime...Sí, aun estamos en La Farga…vale, sin problema…enserio…os esperamos en la entrada al parking…sí, justo ahí… perfecto…hasta ahora… besos – Y colgó.

Le mire con cara de no saber de que iba la película, me dijo que Shamara, Pablo Fross y la actriz brasileña Kyra Silver, que por aquella época se hacia llamar Jessica Gold, no podían ir en el autobús con los demás porque tenían que terminar unos asuntos en el stand de Negro & Azul donde trabajaban, y no disponían de transporte para ir desde La Farga hasta el hotel donde se iba a celebrar la cena y la entrega de premios, y le habían pedido el favor de Bruno de acercarles hasta allí. Yo seguía sin dar crédito, estaba siendo un fin de semana bastante movidito, y apunto había estado de perdérmelo si me hubiese quedado en casa, me producía vértigo tan solo pensarlo.

PRIMEROS PASOS

1. Pregúntate sinceramente; ¿Ligo cuando quiero o cuando puedo?


Esa fue la pregunta más importante que me hice a mi mismo, el día que descubrí que la seducción podía estudiarse y aprenderse, hasta llegar al punto en el que cualquier hombre podía convertirse en un auténtico seductor. Y ahora te ha llegado el momento de que te hagas la misma pregunta, porque si has llegado hasta aquí y tienes este libro en tus manos es porque todavía no te has respondido a esa pregunta con sinceridad.

Esta vez no estas solo, voy a ayudarte a responderla, quiero que te relajes y cierres los ojos, respira profundamente tres o cuatro veces, y cuando estés preparado, pregúntate a ti mismo “¿ligo cuando quiero o cuando puedo?”. Espera unos segundos a que la respuesta salga desde lo más profundo, acompañada de todo ese dolor y miedo que has ido acumulando año tras año, durante toda una vida de constantes rechazos, fracasos amorosos y frustraciones, que te han acompañado hasta el día de hoy. Cuando tengas una respuesta sincera a esa pregunta, abre los ojos, porque a partir de ahora empieza para ti una nueva vida, un antes y un después que marcará un punto de inflexión en tus relaciones con las mujeres, donde dejarás de ligar cuando puedes, para ligar cuando quieres.

Estas más cerca que nunca de descubrir las claves, que han hecho de mí un maestro de la seducción, que han llevado a mis brazos más mujeres de las que puedo recordar, permitiéndome ampliar y mejorar la calidad de mi círculo social, para convertirme en lo que siempre había querido ser y solo había podido soñar, consiguiendo una naturalidad en mi relación con las mujeres, con la que infinidad de hombres tan solo pueden fantasear. Ese día ha llegado amigo, te ruego que no tengas miedo, juntos vamos a recorrer este apasionante camino que se abre ahora ante ti, te doy la bienvenida y te invito a que lo disfrutes sin restricciones.

Diario 2

Después del viaje a Barcelona me di cuenta de que había empezado mal en la seducción, como la inmensa mayoría de hombres que empiezan a estudiar por su cuenta cómo seducir a esas chicas que tanto le gustan, y mi grave error que estuvo apunto de hacerme abandonar el estudio de la seducción, fue la ausencia total de practica y las altas expectativas que tenia puestas en todo esto.

Buscaba convertirme en un seductor y acostarme con más mujeres de las que hubiese imaginado jamás, quería hacer todo eso y mucho más, pero desde la comodidad de mi habitación, sin salir de casa, sin esforzarme, ni mejorar mi aspecto físico que tan poco me gustaba, y sin eliminar todos lo miedos que arrastraba desde hacia años, y me impedían socializarme con personas desconocidas.

Quería ir a lo fácil, sin calabazas, sin sufrimiento ni cansancio, sin tener que invertir tiempo ni dinero, y tarde varios meses en darme cuenta de que era imposible ser un experto en algo si no te preparabas a conciencia para conseguirlo. Siendo un vago no iba a llegar a ninguna parte, tenia que empezar a hacer cosas desde ya, a cambiar, a mejorar, a evolucionar, sino quería perder el tiempo, llenándome la cabeza de
películas de seducción a lo James Bond.

Me sentía totalmente perdido y desorientado, no sabia que sería lo que me encontraría a continuación. Acababa de descubrir la seducción y la incertidumbre que me invadía no me permitía saber el gran paso que estaba dando era o no correcto. “¿Realmente necesito esto?” me preguntaba una y otra vez, y la respuesta al principio negativa cada vez se iba tornando cada vez más incierta, solo se me presentaba un camino, el de intentarlo y esperar a que las cosas saliesen bien. En ese momento no era consciente de lo que mi vida cambiaría en los años siguientes.

Comencé a informarme y a leer sobre seducción, sobreponiéndome al miedo inicial que me producía el no saber que es lo que me iba a encontrar a continuación. Fui devorando más y más paginas, aprovechando cualquier momento de tiempo libre para leer, aunque siempre lo hacia a escondidas porque me producía cierta inseguridad que alguien de mi familia o de mi entorno pudiese descubrir que estaba leyendo un libro para aprender a ligar, y eso seria como reconocer públicamente que era un autentico fracasado con las mujeres, pero a pesar de todo estaba bastante contento por haber tenido el suficiente valor de reconocer que algo en mi vida no iba bien, y hacer lo que estaba a mi alcance para intentar cambiarlo.

A medida que leía más imbécil me sentía, es una sensación difícil de describir, me iba dando cuenta de la cantidad de cosas que suceden cuando un hombre que intenta seducir a una mujer y que hasta entonces me había pasado por alto sin ser consciente de ello. La información me sobrepasaba y me costaba horrores interiorizarla porque entendía lo que leía pero surgía el primer problema, ¿Cómo introduzco ahora todo esto en mi vida cotidiana? Me daba mucha rabia tener la clave delante de mis ojos, pero no saber como utilizarla, ¡era estupendo! No estaba dispuesto a darme por vencido tan fácilmente, ya había dado el paso más difícil y estaba dispuesto a ir hasta el final, ya fuese para bien o para mal.

Ahí estaba yo, un joven que acaba de terminar su Diplomatura trabajando en un colegio privado, encerrado en una cárcel de cuatro paredes que era el aula, con una rutina diaria impuesta por otros, aceptando una monotonía que me aburría sobremanera, sin aportar ni recibir nada nuevo en mi día a día, leyendo en mis ratos libres sobre seducción, que quizás me ayudaría a convertirme en un maestro de la seducción, o al menos eso era el objetivo que me había propuesto.

Tarde bastante tiempo en apreciar los primeros cambios en mi, incluso antes de que los demás fuesen conscientes de ellos, de ese cambio a mejor, la evolución, lo que para algunos era verme diferente, para mi era un gran logro, alcanzar una meta, pero todavía quedaba un largo camino por recorrer para conseguirlo. Una de mis virtudes, es que cuando una cosa me gusta, pongo todo mi empeño y ganas en ello, y la seducción era un tema que me atraía bastante, había encontrado algo que despertaba de nuevo mi atención, y en lo que iba a concentrar todos mis esfuerzos a partir de ese momento.

Nunca fui un buen estudiante, los libros me aburrían y me costaba muchísimo ponerme a leer algo de historia, literatura o cualquier otra materia. En el colegio casi nunca pasaba del cinco pelado, y aprobar en septiembre sin poder disfrutar de un verano tranquilo como los demás ya era algo habitual en mi, pero cuando encontraba un libro de una temática que me gustaba, lo devoraba en cuestión de días, era mi forma de ser, y fue lo que hizo que me volcase tan profundamente en la seducción, donde otros se lo tomaban como un hobby, en mi caso llego casi a convertirse en una obsesión, un monotema, dedicándole gran parte de mi tiempo y energía, porque no podía seguir soportando ser un inepto total con las mujeres, que solo ligaba por suerte cada mucho tiempo, al que le gustaba apuntarse triunfos que no había ganado cuando hablaba con los amigos, y que lo habitual era volver solo a casa una noche si y otra también.

Hasta ese momento la mayoría de mis éxitos con las mujeres se sustentaban gracias a Internet, alguna pagina de contactos tipo Sexyono o Badoo, en las que me dejaba infinidad de horas, hasta que conseguía convencer a alguna chica para quedar, y con muchas de ellas no me atrevía ni siquiera a lanzarme y hacer nada cuando quedábamos, llegando a casa sintiéndome como un autentico fracasado, “podría haber hecho algo” me decía a mi mismo, pero no lo había hecho por miedo a que me rechazarán, prefería lamentarme después y fantasear con lo que hubiese podido ser y no fue. Pero salir a ligar a una discoteca usando una metodología y técnicas, era algo que no había hecho nunca, ni si quiera pensaba que fuese posible.

Lo que uno aprende por si mismo vale más que miles de lecciones aprendidas a través otras personas, y este fue uno de los grandes problemas que sufrí durante mi aprendizaje como seductor. Dándome cuenta de que debía ser yo mismo el que pusiese en practica todas las cosas nuevas que estaba descubriendo, comprobándolas y experimentándolas en primera persona para interiorizarlas y hacerlas mías.

Momento crítico

Conocí a una chica poco antes de descubrir la seducción, y fue uno de los momentos claves que marco mi historia como seductor, ya que encontré en la seducción una esperanza y una ayuda para superar este reto, el de ser capaz de seducirla a pesar de que me había rechazado en varias ocasiones. No solo fue este hecho clave en mi desarrollo como seductor, hubo un momento posterior que estuvo apunto de hacerme abandonar la seducción, de darme por vencido, tirar la toalla y volver a la seguridad que me ofrecía lo que ya era conocido para mi.

El fracaso se presentaba como una alternativa cómoda, fácil de elegir, a la cual ya estaba acostumbrado, no requería apenas ningún esfuerzo el ser un fracasado, y tampoco importaba demasiado ser un perdedor más cuando habías tocado fondo, “ya llegaría la chica adecuada” pensaba, si tenía algo de suerte. Me avergonzaba de mi mismo al tener estos pensamientos, pero no podía evitarlo porque había entrado en una profunda depresión por culpa de mi pésima relación con las mujeres.

La depresión comenzó después del sábado 13 de Octubre de 2007, la noche después de conocer a esta chica, yo estaba con un subidón de adrenalina tremendo, me sentía grande, aprendiendo seducción para tener las herramientas para convertirme en esa persona que siempre había querido ser, que más se podía pedir. Salí con mis amigos al Opción Noche, en Alcorcón. Creía que jugaba con ventaja respecto a ellos, y aunque no había leído demasiadas cosas sobre seducción todavía, ya había leído algunos puntos sobre los errores típicos y no estaba dispuesto a cometer ninguno de ellos aquella noche, esta vez iba a hacer las cosas realmente bien, como lo hacían los seductores sin equivocarme, nada podía salir mal.

Era la primera noche que salía a ligar sin ir acompañado de mi grupo de amigas, buscando conocer mujeres desconocías, mi debut oficial como aspirante a seductor, estaba con la confianza alta y muchas ganas, me sentía motivado, y mis amigos ayudaban a que me lo pasará en grande, con sus risas y bromas. Lo primero que hice aquella noche para no cometer uno de los errores más típicos fue no beber, no quería tomar ni una sola gota de alcohol para sentirme desinhibido, no iba a permitir que el alcohol me ayudase ni una vez más a ser capaz de hacer lo que no me atrevía por mi mismo, es vez tendría que lanzarme a la piscina sin ayuda.

Fue muy raro tomarme solamente una Coca-Cola sin mezclarla con alcohol por primera vez en mucho tiempo, algo que ya ni recordaba, parecía que estaba en una fiesta de cumpleaños cuando era tan solo un niño, pero ahí estaba yo apoyado en la barra con el refresco en la mano, cuando me di cuenta de que otro de los errores típicos que solíamos cometer los hombres era ese, el estar apoyado en la barra como un buitre esperando a su presa, mirando indiscriminadamente a las chicas, mostrando necesidad y aburrimiento. 

Me separe de la barra al momento y me acerque a donde estaban mis amigos, intentando bailar salsa en el centro de la pista, aún medio vacía, de la discoteca Palatino, una de las que estaban más de moda por esa época en el Opción Noche. Ninguno de los tres parecía dispuesto a ser el primero en hacer otra cosa que no fuese bailar, aunque en ese momento sin que ellos supieran nada de lo que yo sabia sobre seducción, me sentía en con la responsabilidad de ser el que moviese ficha, ya que era el único de los tres que estaba estudiando la seducción, y deseaba convertirse en un maestro de la seducción, si es que era posible.

El local estaba abarrotado de gente, a pesar de ser uno de los más amplios, con dos barras centrales, y no cabía un alfiler, aun así, seguía entrando gente constantemente por las dos entradas que tenia. Empecé el que seria mi bautismo de fuego, con varios desplazamientos, de una punto a otra del local, fijándome en las chicas con las que me iba cruzando, buscando la mirada de alguna de ellas, el mas mínimo rastro de interés, un gesto, una sonrisa, algo que me hiciese pararme y empezar a hablar con ella.

Nada, no veía nada, solo me ponía excusas “no, este grupo parecen muy bordes”, “no, estas no, que ya están con chicos”, “bufff demasiado guapa, seguro que no me ni caso” y con esa mentalidad de escasez. Fui seguido por Jorge y Chisco, de un lado para otro, por todo el local, telegrafiando mi interés y mi necesidad de atención, por parte de alguna chica. En ese momento, yo no sabia lo mal que estaba quedando a los ojos de las chicas que me rodeaban, simplemente hacia lo que hacia siempre, lo que pensaba que era correcto, nadie se había preocupado en enseñarme otra forma de hacer las cosas, y la verdad, es que yo tampoco me había tomado la molestia de intentar aprenderla, al menos hasta ese momento.

Después de varios minutos, de buscar y buscar alguna chica que me atrajese, vi cerca de la entrada, a un grupo de unas cinco chicas, bailando entre ellas, riendo y pasándoselo bien, no se porque, pero ese grupo me pareció que era el idóneo, para acercarme a ellas, e intentar ligarme a la primera que me hiciese un poco de caso.

Había leído en el libro, que es más fácil acercarse y entablar conversación con un grupo de chicas, si ese grupo se esta divirtiendo, ante un grupo de chicas que estén quietas y aburridas, algo que tenia que ver con el estado de animo, si no recordaba mal. Las tenia a un par de metros delante de mi, una de ellas me parecía muy guapa, y realmente me apetecía acercarme a ellas, y comenzar a hablar, pero de repente, algo fue tremendamente mal. Cuando llegue a su altura, me quede quieto, clavado en el sitio. Estaba totalmente bloqueado, peor que bloqueado, estaba totalmente blanco, no sabia que demonios hacer a continuación. Fue una sensación horrible, uno de los peores momentos, que he pasado en mi etapa como seductor, desee que la tierra me tragase, pero ya. Allí estaba yo, al lado de ellas, se las veía tan divertidas, se lo estaban pasando realmente bien, y yo no era capaz de acercarme y articular una sola palabra, cuando jamás me había sucedido, empecé a sentir mucho miedo, un miedo que se plasmo como nudo en el estomago, que me apretaba y me impedía moverme. Se que esto sucedió en cosa de segundos, pero para mi pareció una eternidad.

Mi mente estaba en blanco. Llevaba toda la vida haciendo las cosas de una manera, o mejor dicho, metiendo la pata de una manera, ayudándome del alcohol, que yo pensaba que era la correcta, pero no, al leer sobre seducción, y descubrir todos los errores que estaba cometiendo con las mujeres, me sentía incapaz de cometerlos voluntariamente de nuevo, ya no quería beber para atreverme a acercarme a ellas, no podía entrar avasallándolas, ni haciéndolas reír como si fuese un bufón, para ganar su atención, y que me dedicasen un poco de su tiempo. No, todo eso en lo que se basaba mi forma de ligar con chicas, al parecer no era lo correcto, de acuerdo, así lo acepte, sin dudarlo, pero allí, en ese momento, me encontré que al eliminar de mi comportamiento y forma de actuar, todas las cosas que hacia siempre con las chicas, me encontré que no tenia nada, estaba vacío, sin recursos, a cero, como si fuese un recién nacido que no sabe nada y que tiene que aprenderlo todo por primera vez.

Había “formateado” mi cabeza, de las cosas que yo consideraba correctas, y ahora me encontraba sin saber que hacer. Y lo peor, es que me era imposible, intentar hacer las cosas que hacia antes con las chicas, sin sentirme mal por ello, era como hacer algo mal apropósito, a sabiendas de que no era lo correcto, y no era capaz. El bajón que me dio en ese momento fue brutal. Tenía un cacao mental increíble, y no sabia que hacer a continuación. En aquel momento, se me fastidio la noche, y me hundí totalmente, había terminado muy pronto para mi la primera noche como seductor, pero que cualquier fracaso que hubiese tenido anteriormente. Le dije a mis amigos que quería irme a casa, ellos que ya estaban algo cansados accedieron, la vuelta en coche no fue nada animada, apenas hablamos entre nosotros, yo no tenia muchas ganas de hablar de nada, esa noche cuando llegue a casa, apenas pude dormir, me costo muchísimo conciliar el sueño.

Primeras dudas

Me desperté a la mañana siguiente, con el recuerdo de la noche anterior, y la sensación de fracaso, por todo mi cuerpo. No entendía que había sucedido, si supuestamente estaba en el camino de convertirme en un ligón, y en mi primera noche, no había sido capaz ni de hablar con una chica, ¡ni siquiera de hablar! Para mi hablar, era lo mínimo que podías esperar de una noche de fiesta, pero no fue así, era la primera vez en mi vida, en la que me había ido a mi casa, sin ni siquiera ser capaz de hablar con una chica, era muy patético.

A la ultima chica a la que había conocido fue antes de descubrir la seducción, cuando solo estaba chicas gracias a la suerte, y a la que me atreví a entrar gracias a la ayuda del alcohol, que aunque me sentaba fatal, me daba ese valor y esa desvergüenza que me hacían falta, para hacer lo que no me atrevía a hacer con las chicas, cuando estaba sobrio. Además, el fin de semana anterior cuando quede con ella y su amiga, ya eran como nuestras amigas, unas conocidas con las que quedábamos desde un principio, y con las que podía practicar, ahorrándome el odiado primer acercamiento a un grupo de chicas que no conocía, y así había sido, al grupo de chicas del Opción no las conocía de nada, además no contaba en este caso con la ayuda del alcohol, estaba solo con mi miedo, un pésimo aliado para conocer mujeres, que no me ayudo en nada y consiguió que me paralizase por completo, sin ser capaz de alcanzar mi objetivo.

Mi corazón y mis sentimientos querían hacer algo, conocer chicas, bailar, hablar, pero mi mente y mi cuerpo no estaban en consonancia con aquellos deseos, algo no cuadraba, y yo no tenia nada claro que era, quizás falta de practica, tan solo llevaba unas pocas semanas en todo esto, y esperar resultados tan rápido fuese un error, pero era algo que no podía remediar, quería estar rodeado de chicas, besarlas, abrazarlas, acostarme con ellas, ser el centro de atención ya, pero no era capaz de serlo, no estaba preparado, de momento. No recordaba un bajón tan grande, estaba en el abismo de la depresión, un leve empujón, y caería hasta el fondo, y ni si quiera sabia si podría salir. Nunca en mi vida, había sido tan consciente de lo verde que estaba, en lo que a mujeres se refiere, siempre crees que sabes algo, y que no eres tan malo, pero sí que lo era, era malísimo con las mujeres, y a pesar de que algunas veces había tocado la campana a mi favor, no era algo de para sentirse, ni mucho menos satisfecho.

Cuando por primera vez en mi vida, pensaba que las cosas podían salirme bien, y que iba por el buen camino, me encontraba con que no sabia nada, no sabía ligar, no al menos, como lo haría un seductor. Sabia emborracharme hasta acabar mareado, y así atreverme a lanzarme encima de las chicas, hasta que una me hiciese algo de caso, en eso era todo un experto. Me repugnaba actuar así, y más todavía ahora que sabia que las cosas se podían hacer de otra manera, eso era lo que me corroía por dentro, el conocimiento de que había otra forma de hacer las cosas.

Siempre pensé que lo que hacia era lo correcto, por eso nunca le dedique un segundo de mi tiempo a pararme a pensarlo, pero ahora que conocía la seducción, la existencia de un método para seducir mujeres, el juego en sí, y de lo que eran capaz de hacer algunos hombres con mujeres impresionantes, no podía cerrar los ojos, y mirar a otro lado ,como si no nada hubiese pasado, ahora era consciente, de que las cosas podían ser diferentes, si yo hacia algo para que lo fuesen, y volver a hacerlo de la forma en que lo había hecho hasta entonces, se me antojaba inconcebible, ya que durante toda mi vida, los resultados había sido más escasos de lo que hubiese deseado.

No sabia a quien recurrir, ni quien querría escucharme, pero necesitaba desahogarme, soltar lo que tenia dentro de mi, y buscar ayuda en algún sitio, lo único que se me ocurrió fue compartir mi tristeza con los compañeros del foro de seducción que había encontrado hacia unos días, quizás alguien se tomase la molestia de leerme y echarme una mano, cualquier cosa seria suficiente, unas palabras de apoyo y de animo, para levantarme la moral.

¿Abandonar?

Estaba muy tocado, al borde de la depresión, no solo había soportado que la chica a la que estaba intentando seducir me considerase tan solo como un buen amigo, y ser el paño de lágrimas donde soltar todas sus penas, sino que cuando intentaba conocer a chicas nuevas era incapaz de hacerlo, la salida con mis amigos me había desinflado totalmente, dejando mi moral por los suelos. Parecía que nada me salía bien, todo eran problemas y baches en el camino.

Pero lo que más me dolía es que la chica que me gustaba no me había caso. Un compañero del foro que se hacia llamar Traveler, fue el primero en responder mi petición de ayuda asegurando que el motivo era, que no había mostrado ningún tipo de atractivo ante sus ojos, no había sido capaz de mostrarme como el premio, alguien digno de ella. Había aceptado gratuitamente que ella era el premio, en la seducción a esta situación se la conocía como perder el marco, era cuando una persona imponía su interpretación de la realidad y la otra persona lo aceptaba. En este caso ella había sido más fuerte que yo en ese aspecto, con un marco más fuerte que el mío, y yo había aceptado mansamente que ella era el premio, y así lo estaba demostrando con su forma de tratarme. No era ni su amante ni su pareja, nada de eso, solamente era el amigo con el que desahogarse y sentirse tranquila cuando lo necesitaba, sin tener que dar nada a cambio.

No comprendía esta situación, y al parecer lo único que podía hacer, era pasar un poco de ella, enfriando la relación que teníamos, para que de una vez por todas se diese cuenta de lo que se perdía, si yo no estaba en su vida. En el foro todo parecía muy sencillo, pero nada más lejos de la realidad, para mí la realidad que vivía era un infierno, luchar contra lo que realmente me apetecía hacer, pero ellos insistían en que era la única manera, siendo fuerte, aguantando las tentaciones y controlando los impulsos. Así decidí hacerlo, no tenia nada que perder, iba a pasar de ella, se acabaron las llamadas, los mensajes de móvil para ver como estaba, y abrirla conversación por el Messenger cada vez que se conectaba, la cosa iba a cambiar de una vez por todas para bien o para mal, no iba a permitir que me siguiesen tomando el pelo. 

A esta bola de nieve, que no dejaba de crecer, se le sumaba la sensación de miedo y frustración que tenia, al pensar en conocer nuevas chicas, que me hiciesen olvidarla, yasí practicar y mejorar mis habilidades como seductor. El hecho de recordar ese momento, en el que me encontraba clavado al suelo, delante del grupo de chicas, me hacia sentir mucha angustia y ansiedad. Una parte de mi quería acercarse a ellas y hablar, divertirse, y disfrutar de su compañía, pero otra parte más fuerte, se empeñaba en boicotearme constantemente, y hacerme sentir mal, cada vez que pensaba en hablar con chicas desconocidas. Ya no contaba con mi gran amigo el alcohol, para ayudarme, le había abandonado por voluntad propia, siguiendo las reglas básicas de los seductores, que era la de no beber alcohol, para atreverse a conocer mujeres.

Quería dejarlo, abandonar todo esto en lo que me estaba metiendo, sentía miedo ante lo desconocido, y no sabia muy bien que paso dar a continuación, estaba leyendo y aprendiendo muchas cosas que me ayudarían a convertirme en un seductor, pero a la hora de la práctica, las cosas eran completamente diferentes, como si una persona que quiere aprender a nadar, sin haber nadado nunca le lanzan de cabeza a una piscina, me sentía igual, inútil y perdido. Llegue a valorar la posibilidad de buscar alguna persona con la que salir a practicar, alguien que tuviese experiencia y me pudiese guiar, echar una mano en este difícil camino, pero en el ultimo momento, siempre me arrepentía, nunca terminaba de pulsar el botón para enviar un mensaje, me echaba atrás, con el miedo de no saber a quien podría encontrar, y sobre todo, si seria capaz de ayudarme. 

Y aunque podía dejarlo si quería, sabia que ya nada seria como antes, mi vida había empezado a cambiar desde el momento en que mi amigo Ángel me contó que la seducción se podía estudiar y practicar para convertirse en un seductor con un éxito con las mujeres envidiable. Una vez que conoces una verdad innegable, es imposible vivir en una mentira. Debido al desconocimiento de la seducción por parte de tanta gente, como arte y objeto de estudio, había vivido una vida sexual mejorable, y un éxito escaso con las mujeres, dejándolo siempre al azar y a la suerte del momento, nunca a mis decisiones personales. Era imposible volver atrás, y podría comportarme como lo había hecho durante toda mi vida, pero el hecho de ser consciente, de que existía otra forma diferente, que podría ayudarme a conseguir lo que para mi solo era un sueño, me destrozaba por dentro, era aceptar mi derrota sin haber luchado, tan si quiera por ganar.

Aun recordaba el momento puntual, en el que ella había dejado su boca lista para que la besara, y la decisión que yo había tomado de no hacerlo, porque no se lo había ganado, se había portado mal conmigo, provocándome constantemente y por primera vez en 23 años, había sido yo el que había elegido hacer algo o no hacerlo, y esa adrenalina, ese momento de disfrute, era un gozo al que no estaba acostumbrado, y en el que quería seguir profundizando, aquello tenia por narices que significar algo. El mar de dudas en el que me encontraba me  hizo caer enfermo durante varios días, en los que apenas salí de la cama, para hacer más que mis necesidades básicas, comer un poco de sopa y arroz hervido, y pensar constantemente en que decisión iba a tomar a continuación, si irme por la puerta de atrás, con el rabo entre las piernas, o intentarlo hasta el final, con todas sus consecuencias. Y esa decisión, marcaría mi vida para siempre.

2. Psicología Femenina; ¿Qué quieren las mujeres?


Para convertirte en un seductor, es imprescindible que conozcas y comprendas que es lo que quieren realmente las mujeres, y no lo que ellas te han dicho que quieren. Si todavía te preguntas que es lo que te ha impedido tener éxito con las mujeres, la respuesta a esa pregunta es el desconocimiento que tienes sobre ellas. Si no conoces la forma de pensar de las mujeres, y como se comportan ante el hombre que las atrae, ¿entonces cómo esperas seducirlas? Yo voy a contarte como puedes hacerlo, y para empezar a conocerlas primero vas a tener que olvidar todo lo que crees que sabes o que te han contado sobre ellas.

Te aconsejo que no intentes preguntárselo, tan solo conseguirás perder tú tiempo una vez más, mientras sigues acumulando ideas equivocadas sobre lo que quiere una mujer, y que no te han llevado a nada, siendo un chico bueno. Jamás una mujer te dirá abiertamente las claves para seducirla y como puedes llevártela a la cama, va en contra de sus intereses, porque las mujeres solo se relacionan íntimamente con hombres que son aptos y están a la altura de sus expectativas o con los que aparentan estarlo. 

Sin embargo, sí que te dirá de buena fe lo que cree lo que ella quiere de un hombre, basándose en lo que le han inculcado desde pequeña en su entorno familiar y escolar, aunque luego actué de forma bien distinta sin ser consciente de ello, ante cierto tipo de hombres, que se muestran como el precio, por los que se siente profundamente atraída, ya que la atracción, es un proceso inconsciente y biológico que no pueden controlar. Tú misión ahora es dejar de comportante como un chico bueno para convertirte en el premio, y para que sepas como conseguirlo voy a explicarte las diferencias entre ser un chico bueno y ser el premio.

Diario 3

A finales de 2007 pasaba casi todo el día en foros de seducción, posteando mensajes y leyendo los de otros compañeros más veteranos, que contaban sus éxitos, como habían seducido a una chica en una discoteca o como habían conseguido llevarse a una desconocida a la cama después de la primera cita, para mi todas aquellas aventuras eran impensables, no me planteaba la veracidad de todas las que leía, poco me importaba si eran ciertas o simplemente meras fantasías de sus autores, aun así conseguían su objetivo, que era el de motivarme y hacerme pensar que yo podría logar algo parecido si me lo curraba como lo habían hecho ellos.

No podía evitar contar cualquiera de mis avances, por pequeño que fuera, tampoco dudaba en publicar mis dudas y mis problemas, ya que el foro me ofrecía un anonimato estupendo y no me tendría que sentir mal si alguien conocido me reconocía, ahí éramos todos compañeros y estábamos para ayudarnos los unos a los otros, con un objetivo común, el de aprender a seducir mujeres. Me alegro ver en el foro que Whilly Foc, el actor catalán con el que estuve veraneando, y que era muy amigo de Bruno, después de contarle un poco por encima esto de la seducción, había dado el paso y se había registrado también en el foro como miembro, era la primera persona que conocía la seducción a través de mi, y no sería la ultima.

Le deje un mensaje de bienvenida, mostrando mi alegría por tener una cara conocida por allí, los compañeros alucinaban en colores con su trabajo, todos pensaban ¿que hace un actor porno aquí? Era un creencia de la gente que esta fuera del mundillo de que los actores porno tenían sexo todos los días o algo parecido, y nada mas lejos de la realidad, los rodajes eran cada varias semanas, si había suerte y te contrataban, y como decía Whilly en respuesta a los comentarios de los demás miembros, “yo en el trabajo a las mil maravillas, porque es trabajo, pero fuera fatal”. Whilly era una persona que a pesar de no tenermucho éxito con las mujeres fuera de los rodajes, tenia el suficiente valor para entrar a cualquier chica que le gustara, cosa que a la vez me producía una tremenda envidia y me llamaba muchísimo la atención, ser capaz de tener ese valor de acercarte a una chica que te gusta y hablar con ella, sin ir borracho era algo que yo también quería conseguir.

Por aquella época estaban muy de las quedadas de seductores, en las que se quedaba con compañeros del foro conocidos y desconocidos para salir a practicar todos juntos si no tenias a nadie con quien salir, además era una excelente forma de conocer gente nueva que estaba en tu misma onda y para intercambiar opiniones. Whilly había publicado un mensaje invitando a quien quisiera asistir a una quedada en Madrid para el ultimo sábado de Diciembre, y la verdad es que eso de las quedadas no me llamaba mucho, una cosa era intercambiar opiniones y comentarios en un foro y otra muy distinta era quedar con gente desconocida para salir a ligar, pero en este caso acepte, al conocer a Whilly sabia que al menos saldría con un conocido.

No tubo mucho éxito la quedada, al final solo salimos Whilly, Bruno y yo, un amigo de Whilly que iba a venir se echo atrás a ultima hora, además las fechas de fin de año eran un poco complicadas, la gente estaría con sus familias en sus casas o simplemente es que nadie quería salir con nosotros, nunca lo sabremos. Quede con Whilly junto a la estatua del caballo que hay en la Plaza Mayor como punto de encuentro, ya que el vivía bastante cerca, una vez allí, cuando nos encontramos, sugirió ir al Palacio Gaviria, al lado del metro de Sol, un edificio reconvertido en discoteca con varias plantas y diferentes zonas de música, un lugar atípico y exótico que estaba muy de moda entre los guiris y la gente de Erasmus que estaba estudiando en Madrid, y como yo tampoco conocía mucho de la zona de fiesta de Madrid centro, decidí hacer caso a Whilly y probar suerte en el Palacio.

Le mande un sms a Bruno diciéndole donde íbamos a ir para que fuese directamente porque el iba en coche y tenia que aparcar por algún parking de la zona. Whilly y yo llegamos al Palacio, la cola era impresionante, llena de chicas extranjeras bebidas que estaban buenísimas, y que disfrutaban de la noche madrileña, estando tan lejos de sus casas en estas fechas navideñas, se divertían con sus compatriotas y compañeros de piso. Estábamos de suerte, Alejandra, una amiga de Bruno conocía a varios relaciones publicas de discotecas de Madrid, entre ellas un chico del Palacio Gaviria al que llamamos y salió a buscarnos a la entrada, le saludamos como los amigos de Alejandra y nos invito a pasar con él, saltándonos toda la cola que había que esperar y sin tener que pagar la entrada del sitio, parecía que la cosa empezaba bien. Una vez dentro esperamos a que llegará Bruno, no tuvimos que esperar mucho, ya los tres juntos, después de intercambiar saludos y dejar los abrigos en el ropero, subimos por las escaleras a la planta de arriba desde donde nos llegaba el ruido de la fiesta. 

Era la primera vez que iba al Palacio Gaviria y me impresiono el sitio, me pareció un lugar fantástico, mezclar una casa antigua con una discoteca era algo que nunca había visto. Dimos varias vueltas por todo el lugar, no solo para conocerlo, sino también para ver como estaba la zona de chicas. Había bastantes, no nos podríamos quejar de eso, yo estaba de estreno, acababa de comprarme una americana negra que me favorecía bastante, llevaba una camiseta negra con un dibujo blanco y unas letras extrañas para intentar captar la atención de las chicas, además me había puesto zapatos, cosa que no era nada habitual en mi, que siempre había sido de los de salir con zapatillas, esta vez podía decir que iba bien arreglado. Ese día, tenia como objetivo superar el bloqueo y el miedo que le había cogido a hablar con desconocidas, desde mi última salida en el Opción, no había vuelto a salir a conocer mujeres.

Whilly fue el primero en tirarse a la piscina, hablando con varios grupos de chicas, Bruno y yo alucinábamos con la facilidad que tenia para acercarse a los grupos, aunque duraba muy poco en ellos y enseguida perdía la atención de las chicas, ya nos estaba dando una lección de que si no haces nada, no conseguirás nada, y así era, si seguíamos ahí pasmados, mirando como entraba a grupos de chicas, mientras que nosotros calentábamos la copa, la cosa terminaría igual o peor que la ultima vez. Hice acopio de valor y después de pensármelo bastante a regañadientes me decidí a hablar con una chica. Era un grupo de tres chicas, las tres morenas, estaban bailando y pasándoselo bien, no sabia muy bien a cual entrar por lo que decidí probar con un una frase que había leído en el foro y que al parecer estaba teniendo bastante éxito entre los foreros que la utilizaban para iniciar una conversación.

- Chicas, que preferís, ¿pato o pingüino? - me sentí aliviado al ser capaz de decirlo, para mi era el momento más critico, el de acercarme a las chicas y empezar a hablar.
- ¿Perdona? - dijo una de ellas con cara de no entender nada.
- Digo, ¿que si pato o pingüino? ¿Qué cual preferís? - era difícil hacerse oír con el ruido de la música de fondo.
- Pues no lo sé, ¿el pingüino? - respondió la más bajita que a mi gusto era la que mas me gustaba de las tres y la que mas atención parecía prestarme, así que decidí dirigir mi atención hacia ella, a ver como acababa la cosa.

Comencé a hablar con ella, mientras las otras dos amigas pasaban completamente de nosotros, al menos no tendría que preocuparme de que nos molestaran, parece que no tenia pinta de amenaza, pero Whilly no tardo en aprovechar la oportunidad para acercarse a ellas, cogió la mano de una de las chicas y empezó a leérsela, no escuchaba lo que le decía, pero la chica parecía realmente interesada por lo que estaba haciendo, tome nota mental de buscar información sobre lectura de manos para utilizarlo en otra ocasión.

Con la mía me estaba quedando muy rápido sin saber que decir, demasiadas preguntas por mi parte y demasiado poco interés por la suya, decidí probar a ver si bailando se animaba un poco porque sino la interacción se vendría abajo de un momento a otro. Accedió a bailar, y medio bailamos, porque yo no tenia mucha idea, la verdad, y ella tampoco, parecíamos dos patos mareados moviéndonos juntos en la pista de baile, pero recuerdo que fue muy divertido, conseguí más atención por su parte con unos minutos de baile que en toda la conversación que habíamos tenido antes, era algo muy interesante, y eso que el baile era algo que no solía hacer a menos que estuviese con unas copas de mas, porque me moría de vergüenza pensar que hacia el ridículo.

Cuando mire de nuevo al grupo de amigas, vi que ya se habían encargado de echar a Whilly y que empezaban a mirar hacia nosotros, imagine que demandando el interés de su amiga. Me lamente de no tener más recursos para decantar una situación a si a mi favor. Al final ella me dijo que tenía que volver con sus amigas pero que lo había pasado muy bien y que era muy majo, le pedí que si no le importaba que me hiciese unan foro con ellas, casi rogándoselo con la mirada, para al menos sacar algo que poder subir al foro como recuerdo de la quedada en Madrid.

Lo intentamos con varios grupos de chicas, antes de darnos cuenta de que estábamos acabados, la noche había terminado para nosotros, Whilly había hablado con la mayoría de chicas que había en el Palacio, yo había intentando seguir sus pasos de forma deficiente y Bruno no había sido capaz de abordar a ninguna, así quedo la cosa antes de coger nuestros abrigos e irnos para casa otra noche más como habíamos venido, solos. Esta fue mi última salida del 2007 y no pintaba muy halagüeño el año que entraba, pero aun así seguiría intentándolo hasta conseguir algún resultado.

Nace mi web

Me estaban sucediendo demasiadas cosas en muy poco tiempo, había sido un final de año apasionante, con subidas y bajadas, aun en estado de shock por lo que acababa de descubrir, que era el estudio de la seducción e intuía la gran fuerza que tenia controlar las interacciones con los demás. Mi meta era acostarme con miles de mujeres, un deseo comprensible para una persona como yo que apenas se había acostado con media docena de chicas en sus 23 años de vida, y desde el ego podía poner muchas excusas a aquello, excusas sin fundamento, la realidad es que me había conformado con una situación que se había vuelto cómoda para mi, una situación de escasez, de baja expectativa, como un borrego que sigue a la manada sin ni si quiera pararse a pensar si hace o no lo correcto.

Tenia la necesidad de plasmar de alguna forma todas las cosas que iba haciendo, en mi nuevo camino como intento de seductor, no tanto la necesidad de compartirlo con los demás, que si era una parte importante, ya que para una persona con una autoestima tan baja como yo, cualquier tipo de halago o valoración positiva ya me hacia hinchar el pecho. Realmente sin saber muy bien si serviría para algo, quería poder recordar mi evolución, si es que la había. Muchas personas publicaban sus salidas donde contaban como lo habían hecho, las conversaciones, las reacciones de las chicas, como se habían sentido ellos, sus conclusiones, incluso yo lo había intentado un par de veces, pero sentía que allí era uno más, alguien insignificante entre el resto de personas, quería tener mi espacio personal, donde solo estuviese yo y mis experiencias, a modo de diario, y lo cierto es que nunca había hecho algo así, apenas usaba Internet para poco más que el Messenger y revisar algunas paginas.

Investigue en internet para aprender a crear una pagina web, lo más importante era ponerle un nombre, no sabia que nombre podía ponerle, la verdad es que no lo había pensado, y aunque parezca una tontería, no quería ponerle cualquier chorrada. Estuve media tarde dándole vueltas, iba a ponerle el “Diario de Enrique”, pero no me atrevía a poner mi nombre, porque el miedo a poder ser descubierto por algún conocido seguía ahí presente, además no me creía a mi mismo con capacidad para crear algo interesante, me miraba al espejo y la imagen que veía no me atraía nada. Ni hablar, estaba muy lejos de considerarme un seductor, y me vino a la mente que quizás podía firmar con un seudónimo o un nombre artístico como el que tienen algunos escritores, por ejemplo el de Capoeira que era el Nick que estaba utilizando en el foro en ese momento, pero tampoco me lo terminaba de convencer, algo fallaba, necesitaba una motivación, algo con lo que identificarme, una personalidad atractiva, que aunque no fuese cierta, me serviría de guía y a la vez seria una meta a conseguir.

Tenia que buscar una identidad real o inventada que me ayudase a empezar todo esto. La identidad de James Bond me gustaba bastante, un autentico seductor, vividor de aventuras, rodeado de mujeres, amante del peligro, y aunque me hubiese encantado ser James Bond por unos momentos y vivir sus aventuras, tampoco me lo creía completamente, era una personalidad con la que no podía identificarme, demasiado opuesta a mi. Sin saber porque, me vino a la mente la imagen de un chico al que hacia años que no veía y aunque solo le conocí durante unas horas que me hizo ver la luz. Se llamaba David del Bass, le conocí cuando tenia 19 años de fiesta en la discoteca Arena en la zona de Plaza de España, era una discoteca que estaba muy de moda, donde trabajaba mi vecino Carlos de relaciones publicas, y unos amigos y yo le hacíamos el favor de salir por allí para meter sus pases, además nos atraía la idea de ir por allí conociendo a alguien que trabajase en la zona, por esa época no conocíamos muchos más sitios donde pudiésemos ir ya que ninguno de nosotros tenia coche y estábamos limitados a las zonas que tuvieran metro.

Una noche quede con mis amigos que también eran vecinos míos y de mi grupo de toda la vida, Fernando, Juanito y Pablo al que acompaño David, que eran amigos del colegio, al que hacía tiempo que no veía y que tenía fama de ser un tío muy simpático,según nos contó el propio Pablo. Recuerdo el apellido porque Pablo le gasto varias bromas diciendo “del Bass” poniendo una voz extraña, como si fuese algo muy gracioso para él pero la verdad es que yo no le vi la gracia, quizás solo la tenia los que le conocían. David era alto, llevaba dos pendientes de aro en las orejas y tenia el pelo peinado hacia arriba, estaba muy delgado y no era más guapo que yo ni mucho menos, podría definirlo como un chico corriente, del montón, pero mi sorpresa y admiración crecieron rápidamente cuando entramos a la discoteca, no paraba de hablar con chicas, era lo que se considera una persona muy extrovertida, con mucha cara dura y con muy poca vergüenza, hablo con un montón de chicas, mientras el resto no podíamos hacer otra cosa más que mirar y hablar de lo buena que estaba esa o aquella sin hacer nada para conocerlas, era impresionante de ver, y quizás no fuese un seductor propiamente dicho, porque tampoco se enrollo con ninguna, pero si fue el que más cerca estuvo de todos, o al menos el que mejor se lo paso conociendo gente y hablando con unas chicas y con otras.

Recordar años después ese momento que hacia olvidado, y que en su momento quedo como una cosa curiosa más, me hizo sentirme identificado, la personalidad de David me resultaba muchísimo mas creíble, más cercana, algo real que quizás podía conseguir alcanzar si me lo proponía y hacia algo por conseguirlo. Ya estaba decidido, el nombre del diario sería el “Seducción y Superación”. Me recordaba al papel de la película que había visto hacia poco, El club de la Lucha en la que un trabajador corriente interpretado por el actor Eduard Norton, con una vida lineal, con sus problemas cotidianos, encuentra involuntariamente su alter ego en Tyler Durden, interpretado por Brad Pitt, que posee todas las características y cualidades de triunfador que él no posee, pero que en el fondo quiere conseguir.

Empezando a el camino

Sentía una fuerte necesidad de expresar todas las cosas que pasaban por mi cabeza, pero hacerlo sin mentiras, frivolidades y adornos, tal cual como me sucedían, ya fuesen mejores o peores, pero al menos contaría cosas reales, la web seria mi rincón particular donde me podría sincerar conmigo mismo y contar las realidades de mi situación.

Habían pasado varios meses desde que comencé en todo esto y necesitaba hacer un repaso mental de todo lo que había sucedido para empezar a entender todas las cosas tan importantes que me estaban pasando, y lo cierto es que descubrí la seducción casi de rebote, no quiero ni pensar como sería actualmente mi vida si no hubiese ido ese día a casa de Ángel, ya que en ese momento tenia una vida era tranquila, la de una persona que no sufre grandes sobresaltos ni emociones diarias, que vive lo que cree que tiene que vivir porque no ha conocido otra cosa, ni tampoco se ha preocupado en intentar cambiar algo. Habían pasado tan solo seis meses, desde que Ángel un compañero del colegio, me había confesado que la seducción podía estudiarse y que él incluso estaba leyendo un libro sobre seducción.

- Pero que dices tío, ¿un libro para ligar? - le dije a Ángel sin dar crédito.
- Si, esto funciona enserio, lo estoy leyendo y dice como podemos seducir a mujeres y relacionarte con ellas, échale un ojo y veras como es verdad. - Él estaba entusiasmado y realmente se mostraba convencido con lo que decía.
- Venga ya, pero que dices si yo ya ligo, a mi esto no me hace falta. - Le respondí mientras le devolvía el libro sin apenas haberlo abierto, ya me había puesto la coraza ante algo que no estaba dispuesto a reconocer delante de nadie, pero aun estuve dándole vueltas al llegar a mi casa, analizando como iba mi vida, sobre todo en relación a la sinceridad que me mostraba a mi mismo, ¿era sincero conmigo mismo o me engañaba? ¿Cómo era mi vida realmente? ¿Y la sexual y sentimental? ¿Ligaba cuando yo quería o cuando podía? Estas y mas preguntas se apelotonan en mi mente, sin que pudiese detenerlo, y aunque no lo reconociese sabia más que de sobra que la respuesta era un rotundo “NO”.

Esa era la cruda realidad, ni ligaba cuando quería ni tenia una vida sexual y sentimental satisfactoria, la verdad es que ligaba cuando podía, es decir, cuando ellas querían, que era muy de vez en cuando, pero no me podía creer que cambiar algo eso fuese posible, creía firmemente que las cosas tenían que ser así, por no ser suficientemente guapo, o más listo y divertido, unos ligaban y otros, no mucho, yo me encontraba entre ese grupo de los que ligan solo cuando los astros se alinean a su favor, y sin saber ni porque ni como tocaba la campana. Me preguntaba una y otra vez si de verdad seria capaz de ligar con las chicas que me atraían cuando yo quisiera, dependiendo de mi mismo, y tener de una vez por todas el control de mi vida sexual y sentimental. Fueron estas preguntas y muchas otras el motivo que me impulso definitivamente ainteresarme más por el tema de la seducción, necesitaba saber si era posible mejorar o si simplemente era todo humo dirigido a chicos sin éxito como yo.

Y cuando pensé que todo seguiría igual, algo empezó a cambiar poco a poco dentro de mi, y para bien o para mal ya nada volvería a ser como antes, el desconocimiento es para el ignorante una fuente de felicidad ficticia, pero eso ya no era valido para mi, ahora la semilla del conocimiento, de intuir que algo estaba pasando y que escapaba a mi entendimiento, me era imposible hacer borrón y cuenta nueva, la duda se iba expandiendo como una goda de aceite en el agua. Mi asombro fue en aumento al comencé a investigar la seducción y descubrir tantas cosas sobre las mujeres y la forma de atraerlas que hasta ese momento desconocía, y que nunca me había parado a observar, tantas cosas que hacía mal una y otra vez, que yo siempre había pensado que era la forma correcta de hacerlo, aunque no me fuese bien, porque tampoco sabia otra.

La pregunta a la que seguía sin poder dar una respuesta clara era ¿cómo no he podido ver todas estas cosas antes? Y a pesar de todo, mi desesperación iba en aumento al salir los fines de semana a discotecas e intentar ligar con las chicas, a las que antes intentaba ligarme, y de repente me encontraba con que no sabía qué hacer, estaba incluso peor que antes y me preguntaba constantemente ¿qué me esta pasando? ¿No me estaba ayudando el libro supuestamente diciéndome como poder seducirlas? Y sí que lo estaba haciendo, el problema es que había tenido que reiniciarme, borrar todo lo que creía que sabia sobre mujeres y ligar con ellas, y empezar desde cero, y eso me hacia sentir desnudo ante ellas, tenia que aprender nuevas formas de comunicarme con ellas, de seducirlas, y pronto.

Tan cerca y a la vez tan lejos

Nada más comenzar el año ya me sentía diferente, no era capaz de apreciar grandes cambios en mi pero si me daba cuenta de que ahora me fijaba en las cosas de otra manera, cosas a las que antes no les prestaba atención. Después de coger la bolsa de deporte, salí a la calle, serian las seis de la tarde y me dirigía hacia el gimnasio donde entrenaba Capoeira, un arte marcial brasileño, varios días de la semana, de camino iba completamente distraído ensimismado en mis propios pensamientos, tenía la mente a mil por hora, pensando en infinidad de cosas.

Pero a pesar de ir distraído, no pude evitar fijarme en una chica que tendría mi edad, era morena, delgada, y vestía unos pantalones vaqueros azules, me imagine que vendría de la peluquería al ver el recogido que llevaba en el pelo, era precioso. Lo que realmente me llamo la atención y me pareció algo curioso, es que mientras el tren de Cercanías se detenía en la estación, ella que estaba bastante alejada de mi, en vez de esperar para subirse donde se encontraba, se fue acercando hacia mi y entro por la misma puerta que yo. En otro momento de mi vida no le hubiese dado mayor importancia, y tan solo hubiese babeado un poco interiormente de lo buena que estaba, pero no pude evitar pensar si se había acercado por casualidad o para verme mejor.

Algo me dijo que era por lo segundo, y mis sospechas se confirmaron cuando la pille varias veces mirándome disimuladamente, el interés que mostraba estaba siendo muy claro, yo tampoco podía evitar mirarla, la situación me parecía emocionante porque nunca hasta entonces me había pasado o al menos no había sido consciente. Realmente me apetecía conocerla, acércame a ella y hablar, pero estaba pegado al asiento del tren, no era capaz de reunir valor para hacerlo, a pesar de que las miradas se sucedían de una forma que me pareció descarada, era como si me invitara a hacer algo, y cuanto más pensaba en ir más miedo me entraba por todo el cuerpo, era algo inexplicable que me bloqueaba, querer y no poder.

Mi estación era la siguiente y si no hacia algo rápido la cosa se quedaría ahí, en un mero intercambio de miradas y de intenciones, pensé en escribirle mi teléfono en un papel y dárselo cuando me fuese a bajar del tren, pero mi cabeza decía que eso no funcionaria, era algo que solo pasaba en las películas, no en la vida real, y si lo hacia seguramente respondería mal y quedaría en ridículo delante de todos los pasajeros que iban en el tren, y así fue como al final ni quede en ridículo, ni conocí a esa chica que no paraba de mirarme, llego mi parada y sin atreverme a mirarla por ultima vez me baje del tren con una sensación de frustración que no había sentido hasta el momento.

Sentí que había perdido una maravillosa oportunidad de conocer a aquella chica, fueron mis propios complejos y prejuicios los que me habían impedido hacer algo por conocerla, mi cabeza estaba llena de inseguridades, de miedos, de temor al fracaso, a ser juzgado, al rechazo y a cientos de cosas más que me había ido acompañando y perjudicando a lo largo de toda mi vida, en el anden de camino al gimnasio me preguntaba si tan difícil era haberle dado un papel con mí teléfono, ¿que hubiese podido perder? ¿Y si me hubiese llamado después? Nunca tendría la oportunidad de saberlo, daba vértigo solo de pensar las posibilidades que nos ofrece el destino constantemente, donde cada segundo de nuestra vida y cada acción marca un camino diferente, una vivencia distinta, estaba empezando a darme cuenta de cuantas posibilidades había dejado escapar, una y otra vez, y si no quería seguir desperdiciando las oportunidades que se me iban a presentar en más adelante, me tocaba darle duro a todo esto y esforzarme por superarme para cambiar mi destino.

2.3 El chico bueno, el hombre que no gusta a las mujeres


Un hombre que actúa como si fuese un “chico bueno”, es ese hombre que da a las mujeres más de lo que ellas necesitan, el que siempre pone más de su parte en una relación por miedo a no ser correspondido. Trata de agradar a las mujeres buscando su aprobación en todo lo que hace. Aunque nadie te lo haya dicho, tienes que saber que cuando estas pendiente de una mujer en todo momento, ella termina por perder el interés y acaba dejándote, por muy bien que hayas portado o muchas cosas buenas que hubieses hecho por ella, no te habrán servido de nada.

El chico bueno, es simplemente un hombre que no ha sabido actuar como si fuese el premio, en ocasiones debido al miedo a no agradar a las mujeres o simplemente por puro desconocimiento. Desde pequeños, nuestras madres, hermanas, profesores y amigos, nos han dicho una y otra vez que para encontrar a la mujer de nuestros sueños, teníamos que comportarnos como los chicos buenos de las películas románticas que veíamos en televisión, mientras veíamos como eran otros hombres los que se quedaban con todas las chicas. Nos han educado para ser chicos buenos, y solo los hombres que de forma natural han conseguido saber que es lo que quieren realmente las mujeres, son los que han alcanzado el éxito, y los seductores hemos modelado a estos hombres para convertirnos en el premio.

Si todavía no has conseguido comprender la diferencia entre ser un chico bueno y ser el premio, te lo voy a explicar de una forma sencilla, utilizando el recurso de la conocida metáfora del Gato y el Cordel, que es la más acertada demostración de cómo actúan tienen las mujeres frente a los hombres que se comportan de una forma u otra. “Si el cordel (el hombre) está moviéndose cerca del gato (la mujer), entonces el gato sentirá curiosidad e irá a por él. Si el cordel está cerca pero en ningún momento el gato llega a alcanzarlo, es entonces cuando se vuelve más apetecible para el gato”. Si quieres convertirte en el premio para una mujer, tan solo tienes que conseguir alcanzar ese punto intermedio, en el cual el cordel (tú) esta cerca del gato (ella), pero evita que lo alcance o perderá toda su atención por ti, y en un cerrar de ojos volverás a estar dentro del grupo de los aburridos chicos buenos. Ten cuidado, ya que si lo dejas demasiado lejos, provocarás que el gato ni siquiera sienta curiosidad por el cordel. 

Seguramente te habrás visto en situaciones parecidas en tu vida en más de una ocasión, donde sin motivo aparente perdías el interés de la mujer, ahora ya sabes por qué. Si quieres llevar esto a la práctica y empezar a ser el premio por primera vez en tú vida, lo que tienes que hacer es darle un margen de juego a la chica, es decir, tienes que darle su tiempo y dejarle su espacio, no puedes forzarlo. No te estoy diciendo que la dejes hacer todo lo que quiera, sino que indirectamente tienes que ser capaz de comunicarle que eres el premio. A los hombres que empiezan en el estudio de la seducción, les resulta tremendamente difícil comunicar algo indirectamente, sencillamente porque nunca lo han hecho, y para saber como hacerlo, te aconsejo que cuando quieras comunicar algo que pueda parecer una búsqueda de aprobación por tu parte, no lo digas directamente, porque ella perderá el interés por ti y dejarás de ser el premio.

Imagínate que quieres darle un cumplido a una chica que realmente se lo merece, y le dices “Eres una chica muy guapa y simpática”, ella simplemente te dará las gracias por educación, pero habrá perdido todo el interés en ti, además sabrá que no ha sonado sincero, porque que es una frase demasiado común, que suelen decir la mayoría de hombres que son considerados chicos buenos cuando quieren conseguir algo de una mujer que les atrae. Pero por el contrario, si pruebas a decir algo como “¿Sabes una cosa?…realmente, se te ve estupenda. Hay pocas personas con una energía tan positiva como la tuya”, ella quedará gratamente sorprendida porque ningún hombre le dijo nunca nada parecido antes. Has conseguido comunicar indirectamente que te parece una chica guapa y simpática, sin esperar su aprobación, ahora eres el premio y ella te verá de forma diferente.

Espero que estés comprendiendo la diferencia entre ser un chico bueno y ser el premio, es algo muy importante que debes tener claro. No sirve decir directamente “Yo soy muy rico….” que debería hacerte más atractivo para cualquier mujer, ya que el dinero es algo que hace a los hombres más atractivos a los ojos de las mujeres. Pero al decirlo de forma clara y evidente perderás todo su interés y pasará a ser algo negativo, cuando debería ser positivo para ti. En su lugar, debes dar a entender que eres rico, de una manera más sutil, un hombre rico nunca lo diría directamente porque no necesita decir lo que ya es, lo demuestra con su comportamiento y lenguaje corporal. Es mucho mejor para ti que ella dude de si lo eres o no, manteniendo un misterio muy atractivo para las mujeres, antes que mostrar todas tus cartas sin que se lo haga ganado. Recuerda siempre que tú eres el premio, y es ella quien debe hacer un gran esfuerzo por conocer los secretos más íntimos que esconde tú vida.

Diario 4

Sin saber muy bien por que, llevaba días dándole vueltas a mi situación actual, algo que no me había parado a pensar desde que empecé en esto de la seducción, y a pesar de pasar casi todo el día en como podría hacer para ligar con más chicas, no podía evitar pensar también en que iba a hacer para conseguirlo. Me estaba planteando trabajar desde casa, un tipo de trabajo que empezaba a ponerse de moda en España y que ya era algo habitual en Estados Unidos, que te permitía tener ingresos desde la comodidad de tu casa y tener unos horarios flexibles. Antes de conocer la seducción, trabajaba como profesor en un colegio con chavales de seis años, pero era un trabajo que no me llenaba mucho y al que no veía salidas, cuando conocí la seducción mi mentalidad empezó a cambiar y me volví más ambicioso, quería un trabajo que me permitiese conocer gente nueva, algo que me motivara, un nuevo reto y también que me aportase unos ingresos económicos para poder solventar mis gastos.

Después de mucho pensar y de barajar varias opciones, en enero me pase por las oficinas de unos grandes almacenes en Madrid y eche un curriculum, me llamaron a los pocos días y pase la selección previa. Me llamaron por teléfono para avisarme de que me habían cogido para el puesto en un contrato de un año, tenia que presentarme esa semana con trabaje, para trabajar cerca de Méndez Álvaro. Estaba bastante ilusionado por mi nuevo trabajo, había dejado el trabajo de maestro, algo que mis padres no comprendieron y que me costo una movida monumental en casa, pero al final, al rendirse a las evidencias, se quedaron tranquilos porque al menos tenia otro trabajo y ganaría dinero.

Desde hacia unas semanas me estaba planteando trabajar desde casa, un tipo de trabajo poco conocido que empezaba a ponerse de moda en España y que ya era algo exitoso en Estados Unidos, que te permitía obtener ingresos desde la comodidad de tu casa y tener unos horarios flexibles, solo necesitabas un ordenador, conexión a Internet y un teléfono móvil. Tenia en mente varios proyectos a largo plazo para poder trabajar desde casa, pero para los cuales necesitaba tiempo y dinero, que no tenia, por eso busque un trabajo estable, para poder ganar algo de dinero que poder reinvertir en la idea de trabajar desde casa, aun así había una parte de mi que me pedía disfrutar el día a día.

Tenia un gran un dilema, el de elegir entre los proyectos de futuro y disfrutar del día a día, el cuerpo me pedía vivir el día a día, pero era consciente de que vivía con mis padres y que no tenia un duro por aquella época, así que mucho no podría hacer, aunque una parte de mi me decía que era posible y me pregunta como sería mi vida si eligiese llevar a cabo los proyectos de futuro o si eligiese disfrutar día a día dejando de lado las preocupaciones de querer tener cosas materiales como coche propio o independizarme. En mi mente intentaba imaginar como seria mi vida de una forma o de otra, y barajaba los pros y los contras de elegir una cosa u otra, tenía miedo a equivocarme y meter la pata, quería hacer lo correcto y los dilemas siempre aparecen cuando tienes que tomar una decisión que consideras importante.

¿Y sí elegía ahorrar? En ese caso supondría un gran esfuerzo por mi parte, ya que tendría que ahorrar el sueldo que ganaba cada mes, para contar con un apoyo económico para mis proyectos a largo plazo, lo que significaba disfrutar de los beneficios de mi trabajo a la larga, solo podía hacer una cosa en ese caso, tener paciencia. Pero… ¿Y sí elijo vivir día a día? En ese caso tendría al alcance de la mano todas las cosas que quisiera, seguramente cosas que no necesitaba, pero me producirían un estado de confort y bienestar temporal, como comprarme ropa, ir al cine, salir de fiesta, comer fuera de casa, entre otras cosas. Pero el gran problema era que no podría tener mi propio coche o independizarme, y si necesitaba el dinero para una urgencia lo más seguro es que hubiese tenido que recurrir a mis padres. Se resumía en disfrutar del dinero hasta que se gastara, sin pensar en el mañana.

Al final, después de darle muchas vueltas, y sopesarlo, decidí que lo mejor era vivir al día y disfrutar del momento, no tenia muchas preocupaciones en ese momento, vivía con mis padres y tenia lo que necesitaba en casa, mi móvil era de prepago y controlaba lo que gastaba, apenas nadie me llamaba y yo tampoco tenia a mucha gente a la que llamar, iba a los sitios en transporte publico, y los únicos gastos que hacia eran en cosas como salir o caprichos, vivía como un quinceañero y fue algo que me paso factura a la larga, pero en ese momento, creía que era mejor así, además una persona Alfa o triunfadora vivía la vida y quería imitar ese tipo de vida, aunque no fuese más que eso, una burda imitación que poco se asemejaba a mi realidad.

Ayudando a mis amigos

A principios de enero estaba muy centrado en el estudio de la seducción, siempre que me lo permitía el trabajo el nuevo trabajo y las clases de la autoescuela para sacarme el carnet de conducir que mis padres me habían regalado y que hasta ese año por unas cosas y por otras no había tenido tiempo de sacármelo. Todo iba siguiendo su rumbo, apenas sin muchos sobresaltos, hasta que recibí un email de mi amigo Bruno en el que me confesaba que estaba completamente destrozado, y eso me dejo bastante tocado.

Al parecer Bruno había perdido en un solo día miles de euros por la bajada que había pegado la Bolsa, no podía hacer la vista gorda y pasar de ayudarle, eso hubiese sido demasiado egoísta por mi parte, gracias a Bruno en tan solo dos años había conocido lugares increíbles por toda España y sumergiéndome en una atmósfera que acabó por contagiarme completamente en muchas facetas fruto de su modo de vida, como tiburón yuppie de las finanzas, especulando, aprendiendo a delegar, a pensar diferente y obtener herramientas y posibilidades que no imaginaba de ninguna de las maneras, era una de las personas claves que me había ayudado, sin pedir nada a cambio, a abrir los ojos en el ámbito personal y profesional.

Bruno y yo en ese momento teníamos un proyecto común en los dos estábamos trabajando muy duro, intentando hacer algo importante, que nada tenían que ver con su trabajo y el mío, que era la productora porno. Debido a la fuerte perdida económica que había sufrido, entro en una depresión y todo lo veía negro, me contaba que se sentía fatal, estaba muy agobiado, preocupadísimo y casi había enfermado al ver que todo lo que le había costado tanto tiempo y esfuerzo conseguir estaba apunto de irse al garete. Además en el email decía que estaba pensando dejar el proyecto porque algo a lo que no veía salida, invirtiendo dinero y tiempo y que la cosa no podría seguir adelante. Se me hizo un nudo en el estomago, no solo porque mi amigo estaba realmente pasándolo mal, sino porque por un problema como el que acababa de tener, estaba apunto no solo de echar todo su trabajo en la productora por tierra, sino también el mío, y podía salir perjudicado por algo que ni me iba ni me venia, y que en ese momento era el medio de vida de Bruno

Quizás mostré un poco de egoísmo por mi parte al pensar en mí, pero sabía que ayudar a los amigos es como ayudarte a ti mismo. Si no hacia nada, todo el trabajo que había realizado con Bruno hasta el momento no habría servido más que como experiencia de vida y aprendizaje, pero si le tendía una mano e intentaba ayudarle, es posible que las cosas saliesen bien. Le respondí con otro email en el que intentaba animarle, recalcando sus virtudes de persona fuerte e inteligente, además de trabajadora, y que si aguantaba este golpe, pronto podría recuperarte y aprender de él para evitar que le sucediese lo mismo en otra ocasión. Intente transmitirle todo mi apoyo y toda mi ayuda, hacerle ver que no se encontraba solo en ese momento y que no podía echar por la borda todo el trabajo que habíamos conseguido en todo este tiempo. 

Ya no era solo un socio, era más que eso, era mi amigo, y le necesitaba bien, al 100%. Era la persona con la que había salido en los últimos meses y con la que mejor me lo había pasado, a pesar de tener una personalidad muy reservada, conmigo siempre se porto de una forma maravillosa, me hizo muchísimos favores, me ayudo cuando me hizo falta, y me demostró ser un verdadero amigo, pasando momentos de risas inolvidables, que seguirían años después, se lo debía, no podía dejarle en la estacada, pasándolo mal solo. Estaba seguro que con mi apoyo, saldría más rápido del bache y que pronto se recuperaría, y todo volvería a la normalidad.

Contactando con seductores

Llevaba ya cinco meses estudiando la seducción, y a pesar de haber intercambiado mensajes en el foro con algunos seductores, aun no conocía a ninguno en persona, seguía estando igual de solo que cuando empecé. A mis compañeros de colegio Ángel y Diego, que fueron los que me descubrieron todo esto les había perdido la pista, solo salimos una vez y fue un desastre, a Whilly Foc ya le conocía de antes de todo esto y con Bruno exactamente lo mismo. En cinco meses no había conocido a un solo seductor, y era como una espinita clavada en la piel, me picaba la curiosidad, pero por otra parte no sabría si sería capaz de quedar con otros hombres que estuviesen en la misma situación que yo.

Varios compañeros que también llevaban poco tiempo como yo me habían comentado de quedar para conocernos y salir a practicar, pero sentía rechazo a quedar con ellos, no era por culpa suya ni nada de eso, no podía evitar pensar que flaco favor me haría salir con gente que tampoco tenia ni idea de esto. Saldríamos los dos, perdidos como niños con un nuevo juguete y sin saber por donde tirar. Yo quería conocer a los grandes seductores, a gente que dominase la seducción y de los que poder aprender lo máximo posible.

Probé suerte y envié varios mensajes privados por el foro a varios miembros invitándoles a conocernos. La respuesta nunca llego, y en ese momento pensé que yo era demasiado insignificante como para invertir en mí una parte de su tiempo. También probé suerte con otros seductores que estaban comenzando como yo. Intente contactar con varios de ellos, pero también me fue imposible, me sentía frustrado y contrariado, no entendía como la gente podía ningunearme de esa manera, llevaba media vida ignorado por las mujeres y ahora también lo era por los compañeros que buscaban lo mismo que yo.

Buscando a la chica de mi vida

No solo me preocupaba encontrar compañeros de seducción de los que aprender y con los que identificarme, también pasaban más cosas por mi cabeza, y ese comienzo de año, después de un final de 2007 muy intense se estaba volviendo en un periodo de reflexión muy profundo para mi. El escribir el blog hacia que me sincerase conmigo mismo, no solamente era un diario en el que escribía las cosas que me iban sucediendo o lo que iba pensando, era una excelente forma de obligarme a pensar bien en todo lo que me estaba pasando, en todo lo que me había pasado en mis años anteriores y en todo lo que me podía pasar en el futuro. Nunca en mi vida había sido tan consciente de mi situación hasta ese instante, siempre había hecho las cosas de una forma o de otra sin pensar demasiado en como afectaría eso a mi vida, y me llamaba tremendamente la atención que algo como la seducción hubiese podido generar tanta confusión en la tranquila vida que llevaba, era como si me hubiesen revelado un gran secreto para mi había pasado desapercibido y que ahora estaba calando muy hondo dentro de mi, haciéndome cambiar y empezando una metamorfosis que no sabia donde acabaría o si se quedaría a medio camino.

Y era cierto que me moría de ganas por seducir mujeres, pero y una vez que las hubiese seducido ¿qué era lo que quiera de ellas?, cual seria mi futuro con las mujeres, si es que me esperaba alguno. ¿Quería solo acostarme con ellas o quería algo más sentimental? ¿Donde me llevaba todo esto? Estas y otras preguntas se agolpaban en mi cabeza y no era capaz de dar una respuesta sincera, no sabia lo que quiera, solo sabia que quería algo pero no sabia el que, y me tocaría descubrirlo a mi mismo. Entre todas esas preguntas había una cuestión que me inquietaba bastante y que me había formulado poco después de descubrir la seducción, si encontraría a la chica de mi vida o seguiría siendo un inconformista como lo había sido hasta el momento.

Era una realidad que tenia que aceptar, a pesar de todos mis defectos, había algo en mí que me impedía ser conformista con las mujeres, era algo que no terminaba de comprender exactamente pero que me sucedía con las chicas con las que había estado hasta el momento. No había tenido muchas novias, solo había tenido tres novias formales en toda mi vida, lo demás no había sido nada serio, y en las tres relaciones que había tenido había sucedido exactamente lo mismo, se había echado a perder por mi culpa. Al principio todo había ido a las mil maravillas, estaba encantado con ellas, pero llegaba un momento, en el que sentía que había perdido la magia y empezaba a sacarles pegas por todos los lados simplemente para tener yo mismo una excusa que darme a la hora de dejarlas, a pesar de que ellas se portaban maravillosamente conmigo. Yo sabia que era un chico corriente, del montón, pero no podía evitar querer siempre algo más y mejor de cada chica, y esto había afectado tremendamente a mis relaciones de pareja, cuando pensaba que tenia todo lo que quería, aparecía ese sentimiento de inconformismo que me hacia desear algo mejor, o al menos, lo que yo consideraba mejor en ese momento.

Desde que estuve con la chica que me había tratado solo como un amigo, quede con varias chicas que conocí por Internet y me había besado con ellas, lo máximo que durábamos juntos era una semana, me cansaba enseguida y a pesar de estar con una, ya tenia en mi punto de mira a otra como objetivo, no lo podía remediar, quizás estuviese enfermo o tuviese una carencia de cariño con las mujeres en mi infancia que me había hecho desear más allá de mis posibilidades, y veía en la seducción la herramienta que necesitaba para conseguirlo, me estaba aferrando a un clavo ardiendo, como si fuese mi ultimo tren, el cual no podía dejar escapar. De unas me gustaba su forma de ser y de otras su físico, pero no había encontrado todavía esa chica perfecta que combinase a la perfección una personalidad interesante con un físico que me gustara, y sobre todo me preguntaba, “¿y si la encuentro, le gustaré yo a ella o la perderé?“ Me daba pavor, poder perder a esa chica que aun ni conocía ni sabia si existía o encontraría algún día, pero mas miedo me daba todavía cruzarme con ella y no saber como mantenerla a mi lado, necesitaba aprender todo lo que pudiese sobre seducción, y estaba realmente convencido que eso sería lo que me ayudaría en el momento adecuado.

Había leído que muchos compañeros del foro, cuando empezaban a tener cierto nivel enseguida encontraban a una chica especial, con la que comenzaban una relación y dejaban aparcada su faceta de seductores para intentar ser felices con ellas, y eso es algo que me producía cierta envida, pero había un problema, siempre aparecía el inconformismo de fondo y se me presentaba un dilema. Quería demostrarme a mi mismo que tenia potencial, que podía mejorar las habilidades que había dentro de mi y llevaban atrofiadas tanto tiempo, esperando en silencio a que alguien las engrasase, quería superarme a mi mismo, eliminar todas las barreras que había ido acumulando a lo largo de los años, conocer miles de chicas y experimentar todas esas cosas de las que hablaban los grandes seductores del foro y que yo aún solo había podido leer.

En ese momento me veía muy lejos del compromiso con una chica, aunque fuese muy atractiva físicamente o me gustase mucho su personalidad, estaba convencido que el estudio de la seducción me ayudaría a conquistar a la chica de mis sueños cuando se apareciese en mi vida, y si todo esto que estaba aprendiendo y me estaba empezando a dar ligeros resultados no me ayudaba, no tenia ni idea a de cómo iba a conseguirlo. Era muy sorprendente para mi el poder empezar a ver las cosas desde una nueva perspectiva, a diferencia de antes, cuando apenas ligaba con las chicas, aquel tiempo en el que me sentía un bicho raro, fuera de lugar, me veía horrible ante el espejo y deseaba con todo mi corazón llegar al punto donde me encontraba en ese momento, pero ahora que estaba ahí, no sabia si sería capaz de hacer como habían hecho algunos compañeros, si sería capaz de parar o querría más y más, solo el tiempo lo diría.

Interiorizando conceptos

Era increíble descubrir como el estudio de la seducción me iba cautivando cada vez más, estaba totalmente atrapado, apenas podía pensar en otra cosa a lo largo del día. Cuando me levantaba por las mañanas pensaba en seducción, en el trabajo también, incluso intentaba probar cosas con las compañeras, y algunas empezaban a mostrar cada vez más interés por mi. Por las noches me conectaba al foro para leer más material que habían publicado otros miembros y alucinar con las cosas que contaban, hasta soñaba con la seducción.

No podía considerarse una obsesión como tal, simplemente había descubierto algo que realmente me había impresionado, y que jamás hubiese pensado que era algo que cambiaría tanto mi vida y marcaría en ella un antes y un después. Cada vez me daba  más cuenta entre la diferencia de los seductores naturales y los que estudiábamos para ser como ellos, los naturales hacían las cosas de forma innata, dejándose llevar por su intuición y experiencia, habían probado algo que les había funcionado y lo usaban hasta la saciedad, lo tenían completamente calibrado, de ahí su éxito con las mujeres, mientras que los demás, que éramos la gran mayoría, teníamos que ponerle nombres a las cosas que habían los naturales con las chicas, y hasta que no le poníamos un nombre, no éramos conscientes de ellos. Conceptos como los Test, los Aros, el Kino, los Indicadores de Interés, ente otros tantos, era simplemente una forma de ser conscientes de las cosas que teníamos que hacer, y que nos había costado tanto tiempo ver.

Se hacia mucho en la Comunidad la comparación con la película Matrix de los hermanos Wachowski, y en ese momento no me parecía una comparación descabellada, ya que hasta que al protagonista Neo, no le cuentan y le muestran como es Matrix realmente no empieza su metamorfosis, sentía una sensación parecida, hasta le puse nombres a cosas como tocar a la chica, mostrar interés, besarla…no comencé a ver el juego que existe entre hombres y mujeres a la hora de seducirlas, llevaba años jugando a un juego al que no sabia jugar, y al que ganaba de casualidad en contadas ocasiones sin saber como había sido. Ahora si estaba empezando a comprender como se jugaba al juego de la seducción, un juego en el que las mujeres nos sacaban milenios de ventaja, y es que ellas desde que yo tengo memoria, siempre habían hablando entre ellas, iba juntas al baño y se preguntaban las unas a las otras, se pedían consejo, “¿qué puedo hacer con Pedro?”, “me gusta mucho Juan chicas, ¿cómo puedo atraer su atención?”, “Manu es un pesado, ¿cómo me lo quito de encima?” eran algunas de las cosas que hablaban entre ellas, y a eso se le sumaba la gran intuición que tenían, que tal vez era la misma que la nuestra, la diferencia es que ellas confiaban más en su intuición, mientras que nosotros nos dejábamos llevar por los impulsos.

Me maravillaba a mi mismo dándome cuenta de las grandes diferencias que mostrábamos con las mujeres, yo jamás había hablado con mis padres sobre chicas, ni les había preguntado ni ellos habían sacado el tema, simplemente tuvimos una pequeña charla sobre el uso del preservativo cuando cumplí los 18 años y consideraron que tenia que proteger mi salud y la de la chica, además de evitar posibles embarazos, si es que mantenía relaciones sexuales. Y hablar con los amigos sobre estos temas era algo casi tabú, si le decías a un amigo “estoy enamorado de Marta ¿Cómo puedo atraer su atención?” se reían en tu cara y eras motivo de burla, te llamaban mariquita, sentimental o no dejaban de hacerte burla con que te habías enamorado, y esto te servía de dura lección para no sacar más el tema, y así me encontraba yo, con 23 años y con una experiencia con las mujeres mínima, era algo patético y penoso, pero así había sido mi vida, y ahora tenia que aparecer un libro para enseñarme lo que no había sido capaz de aprender en años, era increíble en la ignorancia en la que había vivido sin darme cuenta y el conformismo que había mostrado ante mi situación.

Uno de los conceptos que más me gustaba y había llamado mucho mi atención era el de la preselección, el cual me había puesto a la chica que me veía solo como un en bandeja de plata tan solo unos meses atrás, al utilizarlo sin darme cuenta, y ahora al conocerlo, era consciente de lo que había hecho, por primera vez en mi vida, estaba aprendiendo, interiorizando las nuevas vivencias para hacer las cosas bien más adelante. La preselección, aparecía cuando una mujer percibía que eras deseado por otras, algo que hacia que automáticamente pasarás a ser un tío con más valor ante sus ojos, aunque no te conociese de nada, era como si hubieses pasado el primer filtro, para poder destacar un poco por encima del resto de tíos. Parecía un niño pequeño cuando se levanta por la mañana y ve todos los regalos que le han traído los Reyes Magos, así estaba yo, completamente ilusionado con esto e intentando aprender lo máximo posible, era como una esponja, leyendo y releyendo, preparándome para la practica que estaba por llegar.

Me había puesto como reto del año empezar a seducir mujeres, aunque no sabia muy bien como iba a afrontarlo, seguía solo y necesitaba encontrar a alguien con quien salir y de quien aprender. Al parecer el seducción no solo era un simple método para ligar con mujeres, sino que tenia un transfundo mucho más profundo, que con la práctica reforzaba el carácter y la capacidad de relacionarte tanto con hombres como con mujeres, ganabas en seguridad y decisión, pero para conseguir todo eso, primero había que ponerlo en practica una y otra vez, que al parecer era lo más difícil, ya que te arriesgabas a que las chicas te rechazasen, lo que se llamaba en la Comunidad un bazucado. Tenía muchísimas ganas de empezar a hacer cosas, solo tenia que empezar a andar el camino y lo demás vendría solo.

Nuevas perspectivas

A las primeras personas a las que hable de seducción, fue a mi primo Carlos y a su mejor amigo Ángel, ellos tenían tan solo dieciséis años, mi primo con el que tenia una relación muy cercana ya que nos veíamos casi todos los fines de semana desde que éramos pequeños, era un chico realmente introvertido, centrado en sus estudios, en los que sacaba unas notas excelentes, pero que apenas se relacionaba con gente, quizás estuviese más cerrado que yo a su edad, y por el contrario su amigo Ángel ya tenia retazos de seductor natural, a pesar de su juventud ya había tenido varias novias, y era lo contrario a mi primo Carlos, pero a pesar de sus diferencias, habían forjado juntos una gran amistad, ya que se complementaban muy bien el uno al otro.

Aunque el estudio de la seducción era algo que llevaba completamente en secreto y que nadie cercano a mi sabia, sentía la necesidad de contárselo a alguien y demostrarme a mi mismo que no era un friki. En casa de mi primo, cuando les hable de la seducción alucinaron tanto o más que yo, no podían creer lo que les estaba contando. Carlos y Ángel no pudieron evitar caer en las garras de la seducción, era algo que te atrapaba, les enseñe el foro, mi web y casi al momento se volcaron como yo en el estudio de la seducción.

Todo esto había sucedido a principios de Enero, mi primo fue uno de las primeras personas en leer mi página y darme animo para seguir escribiendo, incluso él y Ángel se animaron a hacer pequeñas aportaciones de lo que estaban aprendiendo, y usaron los seudónimos de Cake y Lotty, con los que se había registrado en el foro de seducción. A finales de Enero tuve una conversación con mi primo muy interesante sobre todo lo que nos estaba pasando, y llegue a la conclusión de que el estudio de la seducción, me estaba permitido ver el mundo con nuevos ojos, un mundo que siempre se me había presentado de una forma, ahora, en muy poco tiempo se convertía en otro completamente distinto, era como quitarse una venda que has llevado toda la vida delante de los ojos sin saberlo y descubrir cosas que antes no habías sido capaz de ver, pero que siempre había estado ahí, delante de tus narices, muy cerca de ti, pero a la vez muy lejos. 

Me sentía como si fuese otra vez un recién nacido que tenia que aprender a vivir en un nuevo contexto con unas nuevas circunstancias. Comenzaba a ver el Juego cada vez más, veía los comportamientos de las chicas hacia mi y hacia los demás, veía Indicadores de Interés, los test, la preselección, el valor, los aros, y muchas cosas más que me permitían al conocerlas actuar de una forma completamente nueva para mi, en la que era un iniciante, que a pesar de todo, había conseguido quitarle la venda a dos personas sin que se diesen cuenta, permitiéndoles ver por primera vez en su vida, como lo estaba haciendo yo hasta el momento, por sus verdaderos ojos, viendo las cosas tal y como eran. Cada vez me sentía más como Neo el Matrix, cuando vuelve a la vida después de morir disparado a quemarropa por el agente Smith, y descubre en ese despertar una nueva manera de ver Matrix, todo comienza a ser diferente.

2.4 ¿Por qué las mujeres adoran a los hombres que son el premio?


Todas las mujeres buscan una pareja que tenga personalidad y recursos, lo que los seductores conocemos como el premio, para conseguirlo las mujeres han desarrollado una gran intuición, que les permite descubrir rápidamente cuando tienen a un hombre que cumple estas características ante sus ojos, y te aseguro que a este tipo de hombre no lo suelen dejar escapar así como si nada. Ahora que ya sabes porque las mujeres adoran a los hombres que son el premio, pero lo que diferencia a un hombre que es el premio de que se hace pasar por el premio sin serlo, es que el primero nunca le dará todos los datos sobre su vida desde el principio, porque sabe que no es necesario para alcanzar sus objetivos, sencillamente le dará algunas pistas sutiles a cuenta gotas, para que sea la imaginación de la mujer, la que se ponga en marcha a tu favor y piense en él, aunque no este presente.

En la cultura occidental actual, cada vez más se ha extendido la creencia de que si tienes dinero, varios coches deportivos aparcados en el garaje y tres casas, vas a arrasar con las mujeres, y los que no lo tengan, tendrán que conformarse con las migajas que dejen estos hombres. Es cierto que tener recursos es importante, pero no olvides que la forma de actuar es determinante, ya que los hombres que tienen dinero, casa y coches, lo subcomunican indirectamente con su comportamiento, sin esperar aprobación por parte de las mujeres a las que quieres seducir. Imagínate que tienes un buen coche y estas preparando una segunda cita con una chica a la que acabas de conocer, pero no quieres decirle que tienes un buen coche, porque si lo haces pasará de ser algo positivo a negativo, ya que una persona con un buen coche no necesita decir que lo es. Aparcas tu coche y llegas al punto donde te has citado con ella a pie, para que no sepa si viniste en coche o en transporte público, jugando con el misterio le propones dar un paseo juntos.

De manera casual os acercáis a tu coche, y cuando pases al lado y ella mire el coche pensado para sus adentros “¡guau! vaya cochazo…” te paras como si nada y le dices “espera un momento, me he olvidado las gafas de sol” y abres el coche para cogerlas. En ese instante es un placer ver su cara, enhorabuena acabas de ganar mucho valor ante sus ojos subcomunicando que tienes un coche sin haberlo dicho. El hombre que es el premio es capaz de llevar esto a todas las facetas de su vida, este es un simple ejemplo de cómo puedes empezar a decir las cosas indirectamente y comprobar los excelentes resultados que eso conlleva.

Sin apenas esfuerzo no solo has conseguido que se de cuenta de que tienes un buen coche, sin haber vacilado de eso, como hacen todos los demás chicos que buscan aprobación de las mujeres. Y lo mejor de todo, es que a partir de ese momento su subconsciente jugará a tu favor, empezando a imaginar en cosas como “Vaya, seguro que este chico aún tiene muchas más cosas interesantes por enseñarme…”, “La verdad es que no me importaría si luego me llevase a su casa…”, “Seguro que también tiene una casa grande y bonita…” o “Tengo que estar atenta de que ninguna me quite a este chico…”. Mi objetivo con esto es hacerte ver la importancia que tiene el uso de la sutileza con las mujeres, porque según comunices las cosas, directa o indirectamente, apreciarás resultados completamente diferentes. A diferencia de los hombres, que nos gusta que nos hablen de forma clara y directa, a las mujeres les encanta que un hombre subcomunique las cosas sin tener que decirlas, porque de esta manera permites que su imaginación vuele libre, algo que solo puede disfrutar con esa minoría de hombres que son los que siempre se llevan a las chicas, mientras tu les observabas incrédulo desde tu desconocimiento pensando que no habían hecho nada.

Cuando seas capaz de conseguir que la imaginación de las mujeres juegue a tu favor, estarás consiguiendo que piensen en todas esas cosas positivas que hay en ti. Te aseguro que no pensarán en las malas aunque las haya, porque que la imaginación de las mujeres tiende a engrandecer al hombre que es protagonista de sus pensamientos, por medio de las fantasías de todo aquello que les gustaría sentir y experimentar, haciéndote a sus ojos mejor de lo que podrías ser en realidad, es lo que se conoce como enamoramiento. Ya va siendo hora de que dejes que su imaginación y subconsciente comiencen a trabajar por y para ti en tu beneficio, como nunca antes lo habían hecho. Cuando consigas que las mujeres empiecen a pensar en ti cuando no estés delante, te daré la enhorabuena, porque habrás conseguido que ellas empiecen a verte por primera vez como el premio.

Diario 5

Seguía estancado en mi forma de hacer las cosas, no estaba evolucionando como esperaba, a pesar de enrollarme con chicas, no dejaba de ser muy similar a la forma en que lo había estado haciendo toda mi vida, con chicas que conocía de mi entorno, con las que había una atracción mutua, pero no quería eso, buscaba crear atracción en chicas a las que de entrada no les había gustado ni atraído, y a base de saber hacer las cosas bien y jugar en mi favor, conseguir seducirlas, ese era para mi el gran reto, y que seguía sin conseguir, además aunque quería salir a seducir mujeres, me mostraba muy reacio a hacerlo, sabia que estaba muy solo y limitado en ese aspecto y cuando llegaba el fin de semana aparecía alguna excusa para no salir a ligar y conocer gente nueva, sino que seguía haciendo los planes de siempre.

Básicamente me estaba empollando la seducción como no me había estudiado jamás en mi etapa escolar, pero en vez de cambiar como había esperado, seguía prácticamente igual, cada vez un poco más consciente de las cosas que antes se me pasaban por alto, eso si, pero mi éxito con las mujeres apenas había variado en comparación a mi éxitos anteriores, y eso me hacia darme cuenta de que por leer un libro de seducción no me convertiría en un maestro de la seducción si no hacia algo para conseguirlo. Ya tenia bien clara la parte en la que te decía que “tienes que cambiar” y te mostraba todas las cosas que solíamos hacer mal los hombres y que teníamos que eliminar de nuestra vida de forma urgente, y en ese momento me encontraba estudiando la personalidad del seductor, ese hombre que quería llegar a ser y que se me estaba resistiendo tanto, porque la teoría era muy sencilla, pero llevarla a la practica se me estaba haciendo más complicado de lo que había pensado desde un principio, las cosas no eran tan fáciles como parecían.

Detalles que para mi eran insignificantes como la postura, los movimientos, las poses, la forma de caminar, ya que yo antes siempre andaba desgarbado y cabizbajo, era mi forma de andar y la verdad es que no resultaba nada atractiva para casi nadie. Empecé a intentar andar de una forma más atractiva, más erguido, con la espalda recta y la mirada a la altura de la gente, no en la punta de mis pies como hasta entonces, y lo curioso es que empecé a notar que las chicas se fijaban más en mi, o quizás es que nunca había mantenido la vista tan alta como para ver que era lo que miraban, y eso me hacia sentir bien, subiendo mi autoestima.

Cuando pasaba al lado de una chica, y ella se fijaba en mi yo la miraba a los ojos y terminaba apartando la mirada rápidamente, haciendo como si no estuviese ahí, pero lo cierto es que ya se había fijado inconscientemente, eso me hacia sentir con mas confían en mi mismo, las cosas iban despacio, pero al menos iban, que ya era algo. Intuía que esa confianza que estaba empezando a ganar se transmitía de algún modo a través de la comunicación no verbal, quizás en la forma de mirar o de caminar, aun no lo tenia muy claro, pero lo que era seguro es que eso resultaba muy atractivo para ellas.

Obsesionado

Así es como estaba, obsesionado, sin darme cuenta había caído en una trampa, que se estaba convirtiendo en algo negativo en mi vida, todo lo contrario de lo que debería ser. No pensaba en otra cosa que en seducción, me levantaba y me acostaba pensando en seducción y muchas veces hasta soñaba con la seducción. Era como si las demás cosas importantes de mi vida como mis amigos, mis hobbies, mi familia…ya no lo fuesen tanto, lo más importante era la seducción, mejorar, seducir y ser un gran seductor. No conseguía sacármelo de la cabeza y cuanto más intentaba no pensar en seducción más pensaba.

Había un principio en la seducción y es que no se podía ser seductor como forma de vida, sin tener otras cosas aparte, era algo así como “no solo eres un seductor, tienes una vida” y yo había caído sin darme cuenta en el grupo de los que ponían por delante la seducción antes que su vida, era una animalada pero me había controlado por completo o es posible que me hubiese dejado controlar por la necesidad y las carencias que había mostrado, creyendo completamente que la seducción cambiaría mi vida, y así fue, pero me costo varios años darme cuenta de que había enfocado las cosas en una corriente negativa para mi, buscando resultados, en vez de buscar sentirme bien conmigo mismo.

A muchos compañeros, parecía pasarles lo mismo que a mi, estaban dejando de hacer las cosas cotidianas que hacían en su vida para dedicarle más tiempo a leer, seducir, postear y hablar todo el día de un único tema, la seducción. Sabia que estaba en un grave error, y que había que dominar la seducción, era algo cierto, pero que también debía continuar con la vía que había llevado hasta ahora, seguir saliendo con mi grupo de amigos al que estaba dando de lado cada vez mas, hacer planes interesantes, ver películas si te apetecía o hacer deporte, y dejar la seducción como un extra en tu vida, no como el objetivo de tu vida, que era lo que estaba haciendo en estos primeros meses del año.

La seducción no era un sustituto de todas aquellas cosas que hacían de tu vida algo único, y si las eliminabas, estabas perdiendo atractivo hacia las mujeres, algo contrario a lo que quieras conseguir. Y a pesar de ser consciente de todas estas cosas y de que era lo que tenia que hacer y como hacerlo, me costaba tremendamente hacerlo bien, nunca pensé que convertirse en seductor fuese a ser tan complicado, en momentos como este echaba de menos mi vida de completa ignorancia, porque el conocimiento mal aprovechado, no da la felicidad que tanto estaba buscando, y sabia ya muchas cosas, pero estaban tan mezcladas con las creencias limitadoras que traía de mi etapa como frustrado que no sabia bien porque camino tirar.

El secretismo de la seducción

Había un tema que llevaba varios días dando vueltas en mi cabeza, y en el que no me había parado a pesar hasta que comencé a escribir en mi web. Era el desconocimiento que la sociedad tenia sobre la existencia de una Comunidad de seductores. Realmente el porcentaje de hombres que conocían en ese momento en España la seducción era ínfimo, menos del 1% de toda la población masculina de España, daba que pensar. Demasiada gente desconocía el estudio de la seducción como un arte, como forma de estudio para aprender a mejorar las relaciones con las mujeres, y lo cierto es que la gente que no conocía la seducción como los que estábamos metidos a fondo en su estudio, pensaban que era pura manipulación, basada en el engaño y cosas por el estilo.

En mi caso, antes de tener conocimiento de que existiese una comunidad de personas que se consagraban en el estudio de la seducción, jamás había mostrado ningún tipo de interés especial en este tema. Y no era falta de interés el motivo, sin el desconocimiento de que la seducción fuese algo que se pudiese aprender y mejorar, y no algo que estaba ahí por que si y sobre lo que no teníamos ningún control. Para mi la seducción había sido salir de marcha por discotecas e intentar ligarme a chicas, esa era mi idea de seducción hacia tan solo un año, pero las cosas habían cambiado en 360º.

Era muy curioso que de a todas las personas con las que había comentado por encima el tema de la seducción, ninguna había sabido de que les estaba hablando y se mostraban completamente ignorantes ante el tema. El estudio de la seducción en ese momento era un placer reservado a solo unos pocos que habían tenido suerte de descubrirla, de una forma o de otra, y cada uno lo compartíamos con nuestros amigos o familiares de la forma que quisiésemos. Me divertía mucho pensar que si iba a cualquier local de marcha a conocer chicas, seguramente todos los chicos que estuviesen allí, da igual como fuera, no tendría ni idea de lo que era realmente la seducción, y básicamente intentarían ligar como había estado haciendo yo toda la vida, de forma equivocada, esperando a que sonase la campana o estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Si al local le quitábamos ese pequeño tanto por ciento de seductores naturales que lo eran sin ser conscientes de ello, estaba claro que partía con una gran ventaja sobre el resto. Prácticamente era como si a un examen que te has estudiado en casa, mientras que el resto de compañeros no lo han hecho y solo algunos saben algo del tema porque han prestado atención en clase, la cosa no pintaba nada mal.

El conocimiento de la existencia de la seducción era algo que había que transmitir a otras personas, ya que no aparecía en nuestra vida por que si, en mi caso fue del boca a boca, cuando Ángel me hablo de esto. Muchos otros lo habían encontrado a través de libros o paginas web en Internet, pero lo cierto es que era un conocimiento que había que buscar, sobre todo si quieres conseguir alcanzar cierto nivel, había que dar ese pequeño paso que era el comienzo del cambio, un paso que te alejaba de ser un perdedor y te acercaba un poco más a ser un seductor. Cuando la seducción apareció en mi vida, me costo darme cuenta de su presencia.

Descubriendo la Comunidad de Seducción Internacional

El mes de Abril de 2008 fue un mes de muchos cambios en muy poco tiempo, influenciado por haber conocido recientemente a varios seductores y asistir a un seminario de seducción, donde conocí a Miguel Lázaro que utilizaba el seudónimo de Arcángel y su pagina web, además de a Raúl conocido en los foros con el nick de Putoamo y a David conocido como Guardián, con los que había empezado a salir para practicar en Madrid, había generado un gran acelerón en mi evolución como seductor, marcaba el comienzo de una etapa, en la que había estado casi solo en todo estoy y de la noche a la mañana, había empezado a rodearme de verdaderos seductores y empezaba a integrarme cada vez más entre ellos.

Putoamo me había comentado que el conoció la Comunidad de seductores a través de un libro que había visto de pasada en una librería y que había captado su atención, escrito por un periodista americano. Cuando descubrí la seducción jamás hubiese imaginado que había más personas dedicadas a su estudio, y mucho menos una Comunidad Internacional de seductores que intercambiaban información y opiniones unos con otros para ver que era más efectivo a la hora de seducir mujeres. Una de las primeras cosas que descubrí, es que en Estados Unidos también existía un grupo de hombres que se dedicaban a estudiar el comportamiento entre hombres y mujeres, y así poder mejorar sus habilidades y éxito como seductores, una gran Comunidad de hombres que se esforzaban constantemente para superarse a si mismos y conseguir alcanzar sus objetivos. La mayoría se reunían virtualmente en Internet por medio de foros y grupos de MSN, donde organizaban quedadas por los lugares más de moda para salir juntos a practicar y mejorar las técnicas de ligue, habían sido los creadores de lo que se conocía como Comunidad de Seducción, que había llegado a España a principios del año 2006 cuando Neil Strauss el autor de El Método había hecho una gira por Europa para patrocinar su nuevo libro que estaba siendo un autentico éxito en Estados Unidos. Los términos que había aprendido a utilizar me permitían manejar ese lenguaje secreto que utilizaban los seductores para comunicarse entre ellos sin que las mujeres se percataran de lo que decían.

El uso de esta terminología llamo mucho mi atención, a medida que iba investigando más a fondo aparecían más términos como HB que significaba “tía buena”, Target que era la chica que te querías seducir, Social Proof que significaba prueba social, y así más de una docena de palabras nuevas y extrañas para mi que se confundían con las que ya había aprendido en castellano, toda una terminología utilizada por los seductores, que ellos mismos habían creado y aprendido, para que solo pudiesen entender otros seductores y que al utilizarlo delante de las chicas mientras estaban seduciéndolas haciendo un juego en equipo, ellas no se diesen cuenta de nada, era algo que me parecía totalmente increíble.

La primera Comunidad de Seducción se fundo de forma underground y discreta en Los Ángeles, para un grupo muy reducido de hombres. Ross Jeffries, autor del libro How To Get The Women You Derise Into Bed (Como llevar a la mujer que deseas a la cama) en 1992 , fue la persona que creo el concepto de “Comunidad” al crear un foro donde un grupo de hombres, la mayoría desconocidos entre si, de diferentes lugares de Estados Unidos, compartían e intercambiaban opiniones sobre técnicas y métodos para seducir a las mujeres más hermosas, con las cuales la mayoría de hombres corrientes solo podía soñar o ver en catálogos de moda, en portadas de revistas y en televisión.

Al igual que se hacia en la Comunidad española, cada miembro aportaba sus opiniones y experiencias con las mujeres a las que habían seducido o con las que había fracasado para aprender de sus errores unos de otros. Esta Comunidad de Seducción, a finales de los 90, era conocida solo por poco más de una docena de hombres, alumnos de Jeffries en su mayoría. Al parecer, según el libro, en la Comunidad americana todo iba a pedir de boca, las cosas estaban saliendo a la perfección, pero como suele suceder en muchas ocasiones, surgió un hecho que repercutió en gran medida sobre todos los miembros de la Comunidad, y que hizo que los acontecimientos acabaran por descontrolarse, ese hecho fue la aparición de la competencia.

Jeffries utilizaba la metodología que denominaba como “Speed Seduction” o Seducción Rápida basada en técnicas de Programación Neurolingüística y de hipnosis, un método que al parecer era tremendamente efectivo y rápido como demostraba Jeffries con mujeres muy atractivas a las que seducía en pocos minutos, pero complejo de realizar para sus alumnos que requerían conocimientos de PNL y de hipnosis para conseguir unos resultados similares, fue este el motivo, por el que los alumnos de Jeffries empezaron a fijarse en un nuevo seductor que iba tomando cada vez más peso por sus aportaciones en el foro que se hacia llamar Mystery, apodo que él mismo se había atribuido como nombre artístico cuando a principio de los años 90 realizaba espectáculos de magia e ilusionismo, fue una de las primeras alternativas a la compleja metodología utilizada por Ross Jeffries.

A Jeffries se le consideraba como un gran maestro de la seducción, un auténticoexperto con las mujeres, que a pesar de no ser una persona físicamente agraciada y que ya pasaba los cuarenta, era capaz de arrasar con chicas a las que doblaba en edad en lugares como restaurantes y cafeterías, rodeado de sus alumnos a los que dejaba impresionados con sus habilidades, pero todo empezó a trastocarse cuando apareció en escena un joven canadiense que revoluciono la que hasta ese momento había sido la Comunidad de Seducción monopolizada por Jeffries, con Mystery se abrió la caja de Pandora a nuevos métodos de seducción.

Eric Von Markovik, conocido como Mystery, con apenas veinte años, se dedicaba a salir casi todas las noches por diferentes discotecas de Los Ángeles, para probar cual era la mejor forma de atraer a las mujeres con las que se encontraba cada noche y a base de ensayo y error formo un método que comenzó a compartir con sus compañeros del foro, aportando una nueva forma totalmente distinta de seducir a las mujeres, que nada tenia que ver por la utilizada por Jeffries y sus alumnos hasta el momento, Mystery lo llamo el Mystery Method que en España se conoció como Estilo Indirecto o Método Mystery.

Desde el primer momento, Mystery se había desmarcado con un seductor diferente, a pesar de su juventud, afirmaba haber encontrado un nuevo método, más efectivo y sencillo de aprender y llevar a la práctica que el método que predicaban Jeffries y sus alumnos, esto hizo que un gran numero de miembros de la Comunidad empezase a interesarse por las teorías de Mystery, cada vez más populares, incluso creo su propio foro privado, un grupo de MSN llamado “El Salón de Mystery” donde cada vez se reunían más y más seductores que compartían la nueva alternativa que ofrecía Mystery para seducir a mujeres atractivas.

3. La diferencia entre cometer errores y saber como hacerlo

Conocer en profundidad la psicología femenina es, junto a no cometer los errores típicos con las mujeres y saber como hacerlo bien, la base desde la que se forja un buen seductor que se desenvuelve como pez en el agua entre las mujeres. Es imprescindible conocer y dominar estos tres pilares básicos, sabiendo como piensan, ante que reaccionan, cuales son los errores que estamos cometiendo una y otra vez cuando intentándonos seducirlas, y sobre todo saber como hacerlo correctamente, para poder evitar cometerlos en el futuro.

Toda la metodología que utilizo a la hora de seducir a una mujer y al enseñar a otros hombres a aprender a seducir, se basa en estos tres puntos. Cuando seas capaz de usar el conocimiento sobre la psicología femenina en tu beneficio, de no cometer los errores que te han impedido tener éxito con las mujeres hasta ahora, y mientras lees este libro, vas aprendiendo paso a paso como hacerlo correctamente, tu relación con las mujeres dará un giro de 360º, pero ten cuidado, no te precipites, es imprescindible ir poco a poco, para que estos puntos se conviertan en algo cotidiano y natural en tu relación con las mujeres.

Ha llegado el esperado momento de que conozcas de una vez por todas, en que estas fallando con ellas a pesar de poner tu mejor intención, de que olvides lo que crees que sabes y que no te ha funcionado como esperabas. Este es un paso necesario para tu evolución como seductor, primero debes conocer tus debilidades, para poder atacarlas de raíz y ponerles remedio, empezando a hacerlo bien de una vez por todas. Ya sabes más que de sobra que comportándote como un chico bueno con las mujeres, has acabado solo en muchas ocasiones, o algo incluso peor, siendo el eterno amigo cuando tú realmente querías ser algo más que una simple amistad. Y como has podido ver, cuando actúas como el premio, cambiando la forma de comunicar lo que realmente sientes, ellas actúan de forma completamente diferente.

Diario 6

La curiosidad por saber más y más era incontrolable, tenía miedo y muchas dudas de si seria todo un cuento o si seria cierto. Me sentía como una persona enganchada a una droga y necesita más y más, no podía hacer nada para evitarlo. Estaba cambiando poco a poco a mejor, simplemente quería tener la oportunidad de mejorar, de descubrir, de aprender y así me fui metiendo de lleno cada vez más, investigando en Internet, descubriendo páginas que antes no conocía, foros de seducción, y hablando con gente que llevaba ya más tiempo que yo en el estudio de la seducción.

Era cierto que desde el medio año que ya llevaba en esto, había dado un salto meteórico hacia delante, comparado a como estaba antes de conocer la seducción, no es que fuese un completo perdedor, pero si que me asemejaba bastante. Cada vez estaba más cerca de lo que se consideraba ser un seductor, pero sabia que todavía me faltan muchos desengaños y muchos éxitos para llegar a serlo, aun así volvía a estar contento porque sabia que estaba en el buen camino, cada día estaba un poco mas cerca de conseguirlo, me esforzaba, intentaba mejorar y aprender de mis errores y de las enseñanzas de los demás para ir hacia arriba.

Si me dejaba vencer por mis fracasos y no aprender de ellos, terminaría dejando la seducción, como le había pasado ya a muchos otros, y seguiría siendo un perdedor a conciencia toda mi vida, y algo peor incluso que un perdedor, sabría que me había fallado a mi mismo y eso era mucho peor que ser un perdedor como lo había sido antes por culpa del desconocimiento. Aprovechaba constantemente mi web para enviar mi enhorabuena a todas aquellas personas que seguían luchando y que no habían abandonado el camino de la superación personal, y aunque luchar cada a día por mejorar, no solo en la seducción, sino en la vida, para hacer realidad los sueños, era algo realmente complicado, con esfuerzo y constancia podía conseguirse.

3.1 Errores típicos con las mujeres

Los errores que comete un hombre que desconoce la seducción son innumerables, aquí voy a exponerte los más comunes y que en más ocasiones se repiten a la hora de seducir a una mujer. Seguramente estés pensando “sí, todo esto esta muy bien, pero entonces ¿qué tengo que hacer si no puedo hacer lo que hago siempre para intentar ligar?”. No te preocupes amigo, yo también me hice la misma pregunta, todavía recuerdo la angustiosa sensación que me invadió al descubrir que todo lo que estaba haciendo para conocer mujeres estaba mal, y que la única forma de mejorar mi éxito con ellas era olvidando todo lo que sabia, para aprender a hacerlo correctamente. 

Para hacerte este proceso más sencillo, voy a mostrarte la forma correcta de hacerlo junto a cada error que cometemos, para que no pierdas el interés de las mujeres, y que sepas como tienes que actuar a partir de ahora.

  • Intentar seducirla con la razón en vez de con la emoción. Es muy habitual que los hombres intenten racionalizar su forma de comportarse cuando una mujer les atrae, intentando convencerla de que tiene que estar con ellos, o de que merecen la pena, bombardeándola con razones lógicas. Siento decirte, que es un gran error llevar a la mujer a su modo racional, donde justificará de igual modo todo aquello que le digas y se pondrá en una actitud defensiva, porque a nadie le gusta que le intenten vender algo que no quiere comprar. La mejor forma de convencer a una mujer de que eres la mejor opción que va a encontrar, es haciéndola sentir emociones intensas cuando esta contigo, si eres capaz de despertar emociones en ellas, las mujeres actuarán contigo como no lo habían hecho hasta entonces.
  • Buscar su aprobación. Si haces algo con el fin de gustarle a una mujer o de ganar su atención, estas buscando su aprobación, es decir, que ella te recompense por algo que has dicho o hecho, lo que condiciona peligrosamente tú comportamiento a sus reacciones, y hace que pierda enseguida todo el interés por ti. Recuerda que le estas entregando el cordel al gato, y lo que tienes que hacer es actuar como te comportarías con una chica que no te gusta nada y por la que no sientes atracción. Disfruta volviendo a ser como aquel niño que tiraba de las coletas a las niñas y se reía de ellas en el colegio, no seas de nuevo el niño que iba detrás rogando unas migajas de atención.
  •  Intentar comprarla. Respóndete a esta pregunta, ¿a cuantas mujeres has hecho regalos, invitado a cenar, a consumiciones en las discotecas, regalado flores…con el objetivo de conseguir algo de ellas y sin que se lo hubiesen ganado? No eres el único, yo también cometí este error en repetidas ocasiones, pensando que de esta forma me ganaría los favores y la atención de las chicas que tanto me gustaban. Esto es algo tremendamente negativo si la chica no es tú pareja, sino simplemente alguien a quien todavía estas conociendo o acabas de conocer. Cuando intentas comprar a una mujer con regalos o invitándola, estas telegrafiando el mensaje de “se que no soy suficiente para ti, por eso quizás mi dinero y regalos si que lo sean…”, y esto amigo, es una de las peores cosas que puedes hacer para intentar conquistar a una mujer.
  • Mostrar tus intenciones antes de tiempo. Decirle a una mujer abiertamente que te gusta antes de haberla seducido, es como contarle el final de una película a un amigo, perderá todo el misterio y el interés por verla, pasando a hacer otra cosa que le apetezca más. Es darle el cordel al gato, en vez de mantenerlo alejado. Si ella no tiene la certeza de si te gusta o no, se generará entre vosotros un misterio que te beneficiará enormemente y hará que ella deja volar su imaginación. Ese es el camino que te llevará al éxito, recuerda que aunque una mujer te guste, no vas a ganar nada con decírselo, pero si se lo subcomunicas indirectamente, será más emocionante para ella.
  • Darle demasiada importancia a la belleza física y al dinero. Si llevas media vida utilizando la excusa de que solo ligan los guapos y los que tienen dinero para no acercarte a una mujer y seducirla, poco importa que no seas atractivo o no tengas dinero, porque ni siquiera te estas dando la oportunidad de comprobarlo. Este es un error que viene por un grave problema de autoestima, en hombres que siempre han querido ser más guapos y tener más cosas de las que tienen, porque creían que así conseguirían de una forma cómoda el éxito del que ahora carecen. Nada más lejos de la realidad, te lo dice una persona que ha visto muchos hombres con poco atractivo físico, pero que eran capaces de hacer sentir a una mujer y marcharse con ellas del brazo, demostrándome que cualquier hombre puede conquistar a una mujer sin importar su apariencia física, si sabe como hacerlo y no comete errores.
  • Buscar el sexo demasiado pronto. Cuando llegas a ser un buen seductor y sabes como hacerlo correctamente, puedes conseguir llegar al sexo con una mujer en tiempo récord, acostándote con ella el mismo día en que la conoces, pero si aún no lo eres y le propones un plan que pueda terminar con sexo, antes de que este preparada o te haya dado señales claras para ello, es uno de los errores más graves que se cometen con las mujeres, ya que la chica suele tomar la decisión de desaparecer de tu vida dar ningún motivo, como seguramente te sucedió muchas veces cuando una chica con la que parecía ir todo bien, cuando se acerca un posible encuentro sexual, desaparece. Te recomiendo que ahora que estas comenzando tu aprendizaje en la seducción, no quieras ir a la cama demasiado rápido, sino que dejes que sea ella la que te sugiera a un plan que pueda terminar en su casa o en la tuya, y de momento sigue perfeccionando tus habilidades hasta que tengas la destreza y los conocimientos necesarios para poder ser tú el que lleve la batuta del sexo.
  • Caer en la monoitis. La monoitis, se conoce entre los seductores como la situación en la que actúas de forma obsesiva con una mujer, en la que has invertido tanto tiempo y energía que algo dentro de ti te impiden alejarte de ella, siendo incapaz de seguir invirtiendo en ella, y lo que consigues es que se aleje todavía más de tu lado. Si no puedes dejar de pensar en una chica con la que aún no has tenido nada, estando pendiente de ella y esperas que muestre interés por ti, es que has caído claramente en una monoitis. Casi el 100% de los hombres han pasado por una o varias monoitis en algún momento de su vida, y la mejor forma de salir de la monoitis, es empezar a mostrar desinterés, esperando hasta que sea ella la que comience a mostrar interés por ti, sacándola de su zona de confort, donde se siente a gusto y cómoda, sintiendo que las cosas contigo han cambiado, y que ya no te comportas como lo hacías antes, dándose cuenta de que no te tiene asegurado, y si no actúa puede perderte definitivamente.
  • Esperar que las mujeres vengan a ti. Siento ser yo quien te lo diga, pero eso no va a pasar, y si eres de los que aún cree que el amor de tu vida aparecerá algún día mientras esperas la cola del supermercado, te tocará seguir esperando eternamente que suceda ese milagro. En los años que llevo practicando la seducción, ninguna chica se ha acercado a mi para echarse a mis brazos ni llamado directamente a mi puerta, sino que he tenido que salir de casa para conocer mujeres y buscar por mi mismo a esa chica especial. Lo que no hagas por ti mismo no te lo va a traer el destino o la suerte. Los verdaderos seductores no son los que esperan estar en el sitio adecuado en el momento adecuado, sino que son los que van a por la chica que quieren, cuando quieren y consiguen seducirla.
  • No conocer la seducción. ¿Jamás habrías pensado que esto podía ser un error, verdad? Seguramente es porque no conocías la existencia seducción como objeto de practica y estudio, porque nadie se ha molestado en enseñártela, y te has tenido que buscar la vida lo mejor que has podido para intentar seducir mujeres con un éxito casi nulo. La interacción que se produce entre un hombre y una mujer, esta llena de matices y detalles que son similares a un juego donde existen dos jugadores, tú y ella, con unas reglas y normas que debes de conocer para ser un buen jugador, y si por el motivo que sea no las conoces, estas jugando en clara desventaja, perdiendo en la mayoría de ocasiones como te ha sucedido una y otra vez a lo largo de tú vida. Al menos ahora ya estas haciendo algo para cambiar todo eso, aprendiendo la psicología de las mujeres, cuales son los errores más comunes que cometemos con las mujeres y como no repetirlos.
Ser un chico bueno, no producirle emociones a una mujer, buscar su aprobación constantemente, intentar comprarla para ganar su favor, ser demasiado evidente con tus intenciones, darle más importancia al físico de la que tiene, buscar el sexo antes de tiempo, sufrir una monoitis, esperar a que sean ellas las que te seduzcan, no conocer la seducción… ¿te sientes identificado? Si aún no te has dado cuenta, las mujeres no nos están rechazando por culpa de nuestro físico, como hemos creído siempre y que ha sido una forma fácil de consolarnos ante nuestros fracasos, sino que nos rechazan por las cosas que hacemos de más o que no hacemos cuando deberíamos. Lo que quiero hacerte ver de una vez por todas, es que simplemente si evitas cometer estos errores, tú nivel de éxito con las mujeres mejorará un 200%, y empezarás a ver reacciones y a llegar a situaciones, que no viviste jamás cuando intentaste seducir a una mujer. Con la práctica, ganarás la experiencia necesaria para hacerlo cada vez mejor y conseguir así los resultados deseados. Por lo tanto, es algo irrefutable que saber seducir te ahorrará en un futuro, mucho tiempo, dinero y grandes disgustos, cosas que hasta el momento, has estado derrochado al intentar conquistar a una mujer sin éxito.

Te voy a contar un secreto, para poder seducir mujeres hace falta algo más que no cometer errores y conocer la psicología femenina. Para seducir mujeres, los requisitos imprescindibles que no pueden faltar en un buen seductor, y que son lo que diferencia al que conoce la seducción del que realmente seduce mujeres, es el ser feliz, tener un gran control de sus emociones y una actitud correcta. Si en tu vida no eres feliz, tienes problemas de cualquier tipo, a la hora de conocer mujeres vas a subcomunicarlo con un lenguaje no verbal poco atractivo, con ojos apagados y sin chispa, no siendo capaz de sonreír sinceramente, con hombros caídos y espalda encorvada, y esto hará que las mujeres te rechacen sin pensárselo dos veces, sin darte siquiera la oportunidad de conocerte mejor, dejándote fuera de juego antes siquiera de haber saltado al terreno de juego, y este es un problema que vamos a empezar a trabajar a continuación.

La verdad siempre es dura, para mi conocer la realidad en la que me encontraba fue un duro revés que me bajó de las nubes a la vida real, pero te aseguro que es mejor conocerla que vivir engañado en una mentira, sin control sobre lo que te sucede y las circunstancias que te rodean. Lo primero que siguiente que tienes que hacer para convertirte en un gran seductor es corregir y poner en orden tú vida personal, y una vez que hayas hecho esto, puedes pasar a aprender y practicar activamente la seducción, para conseguir el éxito con las mujeres. Para saber como conseguirlo, vamos a dar por concluida la introducción de los primeros pasos y pasar a abordar el Juego Interno y la Actitud adecuada...


*****


SINOPSIS DEL LIBRO: El autor de esta obra, nos cuenta abiertamente su experiencia personal, muy similar a la de tantos hombres que sufren por no saber relacionarse con mujeres desconocidas ni conquistarlas, y que sin embargo sueñan con poder hacerlo en este manual de seducción novelado. Y por si las confesiones de su diario fueran poco, enseña paso a paso cómo ligar SIN MIEDO y con NATURALIDAD. Por los cursos y talleres de seducción de David del Bass han pasado personas con la intención de aprender:
Qué tipo de hombre suele gustar a las mujeres
Cuáles son los peores enemigos a la hora de seducir
Cómo iniciar una conversación para que no pierda interés
Cómo se besa evitando el rechazo
Cuál es el secreto para conseguir una segunda cita



3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu experiencia.
    Tambien pienso que deberias de revisar algunos fallos en la escritura.
    Un saludo y gracias!

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  2. Muy buen articulo, pero tengo una pregunta,d ices que no hay que mostrar las emociones antes de tiempo. Como hago para invitar a salir a una chica sin ser obvio que me gusta, por algo la invito no? y en caso contrario, no es peor correr el riego que me ponga en la zona de amigos?

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  3. Me ha gustado mucho saber que este libro podia ser escrito de una forma sencilla no como aquellos que estan escrios con tecnicismos de todo tipo
    desdeel punto de vista de una mujer quiza discrepe de algunas cosas como por ejemplo la parte de "monoitis" a mi me encanta que me hagan mucho caso pero cuando veo que no me lo hacen en vez de acercame yo a la persona pienso directaente que no me quiere y le olvido al instante
    Por lo demas me ha gustado bastante y espero leerlo al completo
    (podias corregir algunas erratas)
    Un saludo

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