Segundas citas
La diferencia entre alguien que
desconoce la seducción y un seductor es que este va mucho más allá de un
primer encuentro con una mujer.
No sólo la seduce para
conseguir besarla, sino que planea una segunda cita para conocerla en
profundidad y tener sexo con ella.
Incluso para establecer una
relación de pareja si así lo desea.
Desde mi experiencia, puedo
asegurarte que la segunda cita es en el momento en el que realmente
te la juegas.
Lo que has conseguido hasta ahora ha sido una toma de
contacto.
En la segunda cita, debes demostrar que no ha sido suerte, sino
saber hacer.
Seguramente, si eres de los que ha
ligado alguna vez por su cuenta y la chica ha accedido a quedar contigo en
una segunda cita para conoceros mejor, las cosas no han salido como
esperabas.
Por la noche, cuando la conociste, las cosas parecían
más sencillas y el ambiente acompañaba. Pero ahora, a plena luz
del día, después de varios días sin veros, parecéis dos completos
desconocidos, y eso te hace sentir muy incómodo.
Aparecerán de nuevo todos los
miedos que habías conseguido salvar y será un completo desastre de cita.
Por desgracia para ti, esto podría haberse evitado, si hubieses sabido
cómo manejar correctamente una segunda cita.
No te preocupes: estoy aquí
para ayudarte y enseñarte a sacar adelante una segunda cita, y convertirla
en un nuevo éxito.
Estas son las cosas que debes tener en cuenta:
1. No seas puntual. Llegar a
la hora es como decir: «Hola, ¡soy un buen chico!», y ya sabes que los
chicos buenos no son atractivos para las mujeres.
Llegar unos minutos
más tarde de la hora prevista hará que ella sienta una
ligera ansiedad y se pregunte si la habrás dejado allí
plantada.
Cuando te vea aparecer, será un gran alivio para ella,
recibiéndote con una actitud que te beneficia.
2. Aprende a saludar. El momento
más crítico de una cita, y que marca su desarrollo, es el saludo, sobre
todo si ha pasado cierto tiempo desde la última vez que os visteis.
Si en esa ocasión la besaste o simplemente
intercambiasteis teléfonos, no importa.
No intentes besarla en la boca
nada más llegar, porque es posible que aparte la cara y te ofrezca la
mejilla, para que le des dos besos, algo que te hará sentir incómodo y
echará a perder la cita. Será como si te hubiese rechazado.
Yo prefiero
siempre dar dos besos en la mejilla en el primer encuentro, actuando así
de forma neutral y evitando una posible situación incómoda para ella,
porque ya sé que la besaré más adelante, cuando llegue el momento de
hacerlo.
3. Rompe la tensión inicial. Le has
dado dos besos en la mejilla, pero quizás aún no se sienta del todo
cómoda.
Podría decirse que la segunda cita es casi como volver
a empezar desde cero.
El objetivo principal es reenganchar con el
estado que alcanzasteis cuando te despediste de ella la última vez.
Puedes
conseguirlo gastándole alguna broma para romper el hielo. Por ejemplo,
diciéndole: «Oye, te veo más alta. ¿Has crecido?».
Si lo dices con humor
ella sonreirá y habrás conseguido romper ese breve momento de tensión
inicial.
Ahora es cuando podríamos decir que empieza realmente la cita.
Lo
habitual entre los hombres que desconocen la seducción es fallar en alguno
de estos tres primeros pasos, llegando antes de tiempo,
intentando darle un beso en la boca o no sabiendo cómo romper la tensión
inicial.
4. Lidera la cita. Es muy
típico que en las segunda citas, cuando la chica te dice: «Bueno, ¿y qué
hacemos ahora?», le des la peor respuesta posible: «No sé, lo que a ti
te apetezca».
Con esto le estás pasando a la chica la
responsabilidad que te corresponde, la de guiar la cita con
decisión.
Lo que tienes que hacer en este caso es seguir
mostrándote como un líder, decidiendo qué hacer a continuación. Para
esto lo mejor es haber preparado un plan antes de la cita sobre posibles
lugares a los que llevarla.
Localiza los lugares más interesantes de la
zona donde os habéis citado, etc.
Además, decidir a dónde ir te hará
llevar el rumbo de la cita, algo que te beneficia enormemente si quieres
seguir resultándole atractivo.
5. Evita el cine. Si el cine
es el lugar habitual donde llevas a tus citas para tratar de intimar con
ellas, te digo desde ya que estás equivocándote por completo.
El cine es
un espacio muy limitado, donde no podrás crear fácilmente
una conexión con ella. Y no sólo eso, sino que es un plan que está
demasiado visto.
El objetivo de esta cita es sorprenderla. Ya iréis al
cine más adelante, en futuras citas, pero de momento no la lleves al cine.
Busca planes alternativos más interesantes, lugares donde puedas hablar
con comodidad. Evita un sitio como el cine, donde tendréis que estar
mucho tiempo callados.
6. Pasead juntos. Lo ideal
en esta cita es pasear con ella, un paseo de no menos de quince minutos.
El objetivo es volver a generar conexión entre vosotros, y ahora sí
podrás hacerle todas las preguntas que no le hiciste en
vuestro primer encuentro.
Así tendrás ocasión de conocerla más en
profundidad.
Por otra parte, cuantas menos cosas sepa ella sobre ti mucho
mejor, para poder seguir generando misterio y resultarle más atractivo.
7. Fin del paseo y beso. Al cabo de
un rato de paseo, además de volver a crear un vínculo entre los dos para
transportarla de nuevo al primer momento en que estuvisteis
juntos, ella se sentirá algo cansada.
Será la excusa perfecta
para proponerle ir a tomar un helado de chocolate juntos.
El chocolate tiene una serie de propiedades que nos hacen sentir muy
bien.
Es un alimento asociado a estímulos agradables y positivos, con lo
que conseguirás de forma inconsciente que se sienta en un estado muy agradable,
que te facilitará volver a besarla.
Si logras llegar al punto de
intimidad necesario para besarla, habrás conseguido una cita perfecta
y seguramente sea la primera de muchas.
Diario 31
Vamos a salir de casa para
aprender a seducir.
No te puedes quedar sentado en el sofá echando unas
partidas a la consola o viendo la televisión, así no vas a convertirte en
seductor nunca.
¿Qué no sabes qué hacer? Eso ya no es un problema. Se
acabaron las excusas para quedarte en casa.
Te seguiré enseñándote
ejercicios para que practiques en solitario o con tus amigos y así mejores
tus habilidades sociales, ya que, al fin y al cabo, eso es un seductor: un
experto en interacciones sociales.
El seductor las dirige, no se deja
dirigir por ellas.
La diferencia es abismal. ¿No se te ha ocurrido nunca
pensar que hablabas con una chica y no tenías la certeza de que te
estuviera escuchando realmente o sólo te estuviera oyendo?
Hay una gran diferencia entre
escuchar y oír. Escuchar es poner interés en lo que te cuenta la otra
persona. Si una chica te escucha es un indicador de interés.
Pero si una
persona habla y la otra sólo oye, lo que sucede es que ni le va ni le
viene lo que está oyendo. Si una chica sólo te oye, no está mostrando
interés hacia ti.
Por lo tanto, es algo malo. Que una chica te escuche
significa que ha entrado en tu juego, y que reaccionará según las cosas
que digas.
Si haces PNL y en una conversación introduces palabras como
sentimiento, pasión, amor, sensible, sentir, apreciar, intenso, y otras
similares, ella pensará de forma inconsciente: «Este chico no es como los
demás. Tiene una forma de expresarse que me hace sentir diferente».
Esto es PNL
aplicada a la seducción. Sin embargo, dile: «Hola. Un chico (te señalas)
que conocerás hoy te gustará (te señalas de nuevo) y te hará sentir muy
especial». Algo así no se lo va a creer ninguna mujer.
Ellas no quieren frikis; quieren
creer que realmente eres especial y que ha surgido algo bonito entre
vosotros.
Por eso tienes que utilizar ciertas palabras de forma natural en
una conversación. Por ejemplo: «Hoy mientras nadaba he sentido una
sensación diferente. No sé qué me ha pasado, pero estaba supersensible a
todo. Quizás es que esta época del año, en la que hay tanto amor entre la
gente, me apasiona todo lo que hago».
Esto ya es otra cosa diferente.
Espero que veas la diferencia entre intentar «manipular» y transmitir algo
especial. Como en la segunda frase, el objetivo es ser natural, no forzar
situaciones con las que no nos sentimos a gusto.
Practica primero este tipo de PNL
con tus amigas para ver qué tal funciona y pregúntales cómo se sienten después
de hablar contigo. «Hoy llevo un día de mierda en el trabajo, estoy
cansadísimo y súper cabreado con la gente que me rodea. Esta época del año
es lo peor, todo lo que hago me sale mal».
Este es un ejemplo de lo que no
deberías hacer, porque harás que la chica se sienta mal. Y ¿por qué pasa
todo esto? Es más sencillo de lo que piensas.
Cuando alguien te dice por
ejemplo la palabra «casa», en tu mente generas la imagen de una casa. Si
te digo «perro», en tu mente generas la imagen de un perro.
¿Qué sucede si
a una chica le digo en una frase muchas palabras emotivas, como sentido,
amor, emoción, sensibilidad, pasión, esperanza, cariño? Que ella,
mientras habláis, estará visualizando esos significados en su mente sin
ser consciente de que lo hace. Y nos da sensación de bienestar.
En consecuencia, se sentirá
genial cuando hable contigo.
En su mente asociará la idea de hablar
contigo con sentirse a gusto. Ahora bien, si lo que le decimos está lleno
de palabras como malo, disgusto, peor, cansado, horrible,
cabreado, triste… Lo que ella forma en su mente serán imágenes muy
negativas.
Por lo tanto pasará a asociar que hablar contigo es lo mismo
que sentirse mal, y te evitará por todos los medios.
Relaciones múltiples
Cuando tu éxito con las mujeres
aumente y empieces a convertirte en un auténtico seductor, te encontrarás
con una nueva situación: disponer de varias mujeres a tu alcance, con las
que podrás ir quedando cuando te apetezca.
Es lo que los
seductores conocemos como una relación múltiple, cuando estás
saliendo con varias mujeres al mismo tiempo.
No es algo sencillo,
requiere mucha destreza para poder gestionar todas tus citas y no
volverte loco en el intento.
Hazte esta pregunta a ti mismo:
«¿Conoces a algún hombre capaz de tener dos o más relaciones
de pareja a la vez durante un largo periodo de tiempo sin tener
que mentir?».
Yo, a día de hoy, todavía no le he encontrado, y ello
se debe a tres factores:
1. Pérdida del atractivo. No debería
sorprenderte saber que las mujeres se sienten atraídas sexualmente por
hombres líderes, con un amplio círculo social, capaces de
relacionarse fácilmente con desconocidos, muy activos e
independientes.
Cuando una mujer es seducida por un hombre con estas
características, de forma inconsciente intentará convertirlo en todo lo
contrario, para tener una relación estable con él. Intentarán transformar
a un ligón en un calzonazos.
Y esto, paradójicamente, les llevará a perder
el interés de ese hombre al que han «quemado» y abrirán de nuevo sus
puertas a ese tipo de hombre líder que en un principio las conquistó.
2. Conformismo. Un
seductor experto está acostumbrado a rodearse de mujeres, a estar un día
con una y otro con otra.
Sin embargo, los hombres que se inician en la
seducción suelen caer en la trampa del conformismo cuando
alcanzan sus primeros éxitos.
A la primera oportunidad que se les
presenta, se rinden a los brazos de cualquier mujer que les haga un poco
más de caso que las demás.
Entonces dejan su formación a medias, para
crear una pareja que posiblemente termine rota en pocas semanas, cuando
la chica se cruce con un hombre que es el premio.
3. No establecimiento de
límites. Aunque no
sea algo implícito, cualquier relación, desde su comienzo, es
pactada.
No se basa en un «me gustas y te gusto y vamos a querernos».
Es mucho más que todo eso. Una relación de pareja es un «¿hasta dónde
estoy dispuesto a ceder y sacrificar por la otra persona?».
Si aceptas
mantener una relación con una mujer al precio que sea, acabarás
quedando ante ella en unas condiciones muy pobres, y
terminará exigiéndote más de lo que puedes dar.
Lo mejor que
puedes hacer para evitar esto es no empezar una relación que no hayas
elegido plenamente convencido, lo que te permitirá disfrutar de relaciones
más abiertas durante los primeros momentos.
No obstante, debes saber que
esto no dura demasiado, y ella intentará darle la vuelta a la
relación poco a poco, exigiéndote que pongas más de tu parte.
Los hombres que caen en alguno de
los tres puntos anteriores son los que se excusan ante sí mismos diciendo:
«Es que quiero que la relación avance», sin darse cuenta de que las
relaciones no avanzan, aunque esté establecida socialmente la creencia
de que las relaciones tienen que avanzar formalizándose.
Una vez
que domines los tres puntos anteriores, debes tener en cuenta
una serie de factores determinantes para desmarcarte de los
convencionalismos y poder mantener varias relaciones múltiples
con éxito:
1. Establece tus límites
desde el principio. No tengas miedo a echar a perder la relación. Más vale una
buena relación múltiple que una cárcel con vistas al mar.
2. Que la fama te preceda. La chica tiene que saber que te gustan
mucho las mujeres, que estás acostumbrado a rodearte de ellas. No obstante,
procura que a la vez ella se sienta especial.
3. Dale lo que te gustaría
recibir. No actúes como hacen ellas. Lo ideal sería que a la hora de
establecer tus límites le dieras también libertad. Así tendrá una
motivación adicional para seguir este tipo de relación.
4. Sexo frente a sentimientos.
Principalmente las relaciones múltiples se basan en relaciones sexuales
con diferentes mujeres sin compromiso. Una relación sentimental
es incompatible, ya que las mujeres son más posesivas cuando aparecen
los sentimientos, mientras que nosotros lo somos más frente a la
sexualidad.
5. Asume lo inevitable. Debes
asumir que con el paso del tiempo la relación puede decaer, ya sea en el
plano sexual o por cualquier otro motivo que se escape a tu control,
y debes afrontar con humildad que cuando esto suceda ella empezará a
buscar a otro hombre que le resulte atractivo.
Las relaciones múltiples
duraderas son muy complicadas. A diferencia de una relación estable, las
relaciones múltiples tienen fecha de caducidad, porque la mujer no
se encuentra del todo a gusto en ese rol.
El mejor consejo que puedo
darte es que intentes disfrutarlas al máximo el tiempo que duren, sin
darles mayor importancia de la que tiene cuando terminen.
6. Que conozcan tus
relaciones. Ellas tienen que saber que tienes relaciones con otras
mujeres, pero no es necesario que conozcan los detalles.
A ti tampoco te
gustaría saber qué es lo que hace ella con otro hombre. Los hombres
que no dominan la seducción pueden caer fácilmente en el engaño durante
sus primeras relaciones múltiples.
Lo que te estoy planteando es
simplemente la posibilidad de mantener relaciones múltiples basadas en el
sexo, pero sin engaños y con respeto hacia la mujer en todo momento, con
un consentimiento consensuado por ambas partes.
Un tipo de
relación en el que nadie salga perjudicado por lo que el otro
pueda hacer a escondidas.
La relación múltiple ideal es la que se produce
cuando se disfruta de las mujeres sin hacerles daño, sin necesidad de ataduras
para conseguir el placer físico.
Con este consejo concluyo con las
relaciones múltiples y las segundas citas para pasar a ejercicios que
podrás poner en práctica con mujeres en tu aprendizaje de la seducción.
¡Cuánto estoy aprendiendo sobre seducción! Enhorabuena otra vez, David.
ResponderEliminarY pensar que gracias a David tuve mis primeros agarres , gracias amigo , ya estoy ahorrando unos dolares para comprar el combo.
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